Un Tribunal de Apelación de la capital ratificó una condena a 20 años de cárcel para un guardia de seguridad que abusó de su propia hija desde los 9 años de edad. El caso fue denunciado por la madre de una compañera de colegio de la víctima, a la que esta reveló lo ocurrido, ante la sospecha de que había quedado embarazada a raíz de los abusos sufridos.
Defensa solicitó prescripción y nulidad de condena
La condena fue objeto de una apelación especial presentada por el defensor público Diego Duarte, quien solicitó la nulidad de la condena, por prescripción. Esta petición, rechazada durante el juicio, contó nuevamente con la oposición del Ministerio Público.
“(…) conforme lo señala el Tribunal de Sentencia, debemos computar 5 años ininterrumpidos, para que haya prescripto el hecho punible de abuso sexual en niños. Desde el 25 de junio de 2016, se interrumpió el plazo en el 2018 con la acusación, luego en el 2019 con el primer auto de elevación a juicio oral y publico y luego en el 2021, con el último auto de elevación a juicio oral y público, de lo cual surge que la prescripción respecto al abuso sexual sufrido por la víctima se daría el 25 de junio de 2026″, argumentó la fiscala Aguilera.
Magistrados consideraron actos interrumptivos para descartar la prescripción
En ese sentido, el colegiado consideró la existencia distintos actos interruptivos que se dieron en el desarrollo del proceso y que impiden considerar operada la prescripción.
Madre de compañera realizó la denuncia
Sorprendida ante la revelación, la compañera la llevó a su casa y juntas le contaron todo a la madre de la otra joven, quien realizó la denuncia ante la comisaría 3ª de Asunción, que dio inmediata intervención al Ministerio Público.
Madre de la víctima se enteró de los abusos en la Fiscalía
“(…) me dijo que desde los nueve años venía siendo abusada, ella estaba muy nerviosa, lloraba, yo le trataba de contener pero ello se desplomó, ella me dijo que tenía miedo de su papá y que tenía miedo porque eran muchos en su casa y se comenzó a shockear por el temor de cómo iban a afrontar económicomente, yo le dije que iban o poder superar porque todos sus hermanos son varones, todos van a salir adelante, ella tenía miedo por la parte económica”, relató la testigo.
“Cuando nosotros estábamos en la Fiscalía ese día su mamá se enteró. La fiscala le llamó a lo mama y asistió ese día, nosotros estábamos afuera, la mamá llegó, le saludé, entró y nos retiramos” comentó la testigo, tras comentar que la víctima siempre estaba cabizbaja en el colegio y que no se juntaba con casi nadie salvo con su hija, con la que se abrió.