Guaraní venció 1-0 a Cerro Porteño, cortando así una racha de seis partidos sin sumar de a tres. El conjunto aurinegro aprovechó un error en el despeje tras un tiro de esquina para adelantarse en el marcador. Al Azulgrana, que venía de cuatro juegos sin perder y presionando en la punta, le costó encontrar un buen funcionamiento de arranque y luego fue más ganas que claridad.
El local no dejó jugar a su rival
El Azulgrana no pesó en ofensiva, le costó muchísimo hacerse del balón y por ende elaborar juego. El sistema táctico utilizado por Manolo Jiménez le terminó jugando en contra, pues sus laterales, que son claves en la tarea ofensiva, no se pudieron soltar, Carrizo nunca encontró espacios por el centro para hacer jugar al equipo. Los volantes de marca siempre fueron superados y con ello los centrales terminaban mal parados.
El Aurinegro se mostró mucho más equilibrado en todas sus líneas y con las ideas claras una vez que se hacía del balón. Si no fuera por esa falta de definición que le viene afectando hace varias fechas, la diferencia podía ser mayor.
En la segunda parte el Ciclón realizó modificaciones que cambiaron el sistema táctico y el funcionamiento del equipo. Carrizo empezó a jugar más suelto y tomó las riendas del equipo. Alan y León pisaron terreno adversario con mayor frecuencia y el local tuvo que cambiar su idea de juego en esos momentos.
De a poco, en gran parte por el buen trabajo de los locales, fue mermando esa intensidad por parte de la visita, que a pesar de los intentos no logró generar situaciones claras para alcanzar la paridad.
“Cuando no hay fútbol, perdemos”
A renglón seguido, el español significó: “No voy a hablar más (sobre el arbitraje); estamos solos. La Liga es larga y esto es Cerro contra todos”.