El Primer Ministro británico Keir Starmer se reunió con el presidente Joe Biden en la Casa Blanca para discutir temas de política exterior, incluyendo las guerras en Ucrania y Gaza. No se hicieron anuncios importantes durante la reunión, pero se habló sobre el uso de misiles occidentales por parte de Ucrania en territorio ruso.
La posibilidad de levantar las restricciones para que Kiev pueda atacar objetivos a más de 100 kilómetros de la frontera ha preocupado a Moscú. Medios estatales rusos difundieron un mensaje de Putin advirtiendo que esto podría llevar a una guerra con la OTAN. También se expulsaron diplomáticos británicos como medida de hostilidad.
Biden rechazó las amenazas rusas al inicio de la reunión y se espera que haya discusiones sobre la autorización para el uso de misiles occidentales por parte de Ucrania. Los líderes destacaron su apoyo a Ucrania y expresaron preocupación por el suministro de armas letales a Rusia por Irán y Corea del Norte, así como el apoyo de China a la base defensa rusa.
Además de Ucrania, también se discutió Oriente Medio, con un compromiso con la seguridad de Israel y la necesidad de un alto al fuego en Gaza. También se condenaron los ataques hutíes en el Mar Rojo. Ambos países también hablaron sobre el Indo-Pacífico y su colaboración con Australia en la asociación AUKUS.
El presidente ucraniano Zelensky reiteró la necesidad de poder atacar objetivos dentro de Rusia para cambiar el curso de la guerra. Destacó la importancia de recibir apoyo en forma de armas de largo alcance para obligar a Rusia a buscar la paz. La reunión terminó sin anuncios concretos, pero la discusión continúa sobre este tema crucial.