Nueve personas murieron y otras 2.800 resultaron heridas por explosiones en Líbano, ataque atribuido a Israel. La milicia de Hezbolá prometió un «castigo justo» tras la operación del Mossad.
Las imágenes del caos se viralizaron en redes sociales, mostrando escenas impactantes de la tragedia. Hospitales colapsaron por el alto número de heridos. Miembros de Hezbollah en Siria también resultaron afectados.
Estados Unidos se deslinda de responsabilidad y afirma no tener información sobre los responsables. Se apunta al Mossad como autor de las cientos de explosiones coordinadas, en un ataque sin precedentes.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Líbano condena el ataque como una escalada peligrosa de Israel. Mientras, Netanyahu y su equipo se preparan ante posibles represalias de Hezbolá. El ejército israelí considera opciones estratégicas en conflicto con Líbano.
En medio de la incertidumbre, se especula sobre el papel del Mossad en el ataque. Netanyahu enfrenta críticas por su gestión del conflicto fronterizo. La región se encuentra en alerta máxima ante la posibilidad de una escalada militar.