El diputado Rubén Rubin defendió la ley antinepotismo que fue aprobada ayer en la Cámara Baja. Señaló que con esa normativa los legisladores ya no podrán escudarse bajo la excusa de que no firmaron los contratos de sus familiares y hasta podrán perder sus bancas. Agregó que ahora el Senado tendrá en sus manos tres proyectos distintos y “si no hay tacto se descompone todo”.
Sobre los cambios, explicó que con esta versión los parlamentarios que piden contratar a sus familiares dentro de sus despachos incurren en nepotismo, pese a no firmar los contratos. Además, señaló que se agregó una consecuencia más y los funcionarios que incurran en este hecho quedarán inhabilitados para ejercer la función pública; por ende, los legisladores podrán ser sometidos a un proceso de pérdida de investidura y perderán sus bancas.
Sobre cuestionamientos por no introducir muchos cambios, dijo que se deben separar los términos. “Si un diputado pide a un ministro que contrate a su hijo, es tráfico de influencias, no es nepotismo. Yo me encargué de arreglar la ley de nepotismo. Si entran sin concurso tampoco es nepotismo, es un debate de la ley de la carrera de la función pública, van de la mano, pero no hay que mezclar los debates. Nepotismo, por definición, es la contratación de los familiares”, manifestó.
Destacó, sin embargo, que el nepotismo “activa otras leyes”, puesto que los funcionarios pueden incurrir en cobro indebido de honorarios, malversación de fondos y tráfico de influencias. “Eso depende de nuestro tan dormido Poder Judicial”, opinó.
Senado deberá estudiar tres proyectos antinepotismo
Por otra parte, el diputado recordó que la Cámara de Senadores tendrá ahora en sus manos tres proyectos que hablan del mismo tema: el planteado por Basilio Núñez, el aprobado ayer en la Cámara de Diputados y el presentado por Iniciativa Popular. “Y si no hay tacto se descompone todo”, enfatizó.