Después de meses, finalmente apareció esta semana la garantía de fiel cumplimiento del contrato que firmó “Doha Holding Group LLC”, de Catar, ligada al hijo del presidente de la Conmebol, con Petropar. La caución, que la empresa presentó en formato de declaración jurada y con un dudoso aval bancario, tiene varias inconsistencias, que ni la estatal ni la firma privada han accedido a aclarar.
En este caso, la citada empresa presentó una declaración jurada como caución, con un supuesto aval del banco “Qatar International Islamic Bank (QIIB)”, con el que la firma catarí “certificó” su solvencia económica. La dudosa constancia bancaria se expidió a nombre del misterioso jeque Kalifa Bin Hamad Al-Thani y la declaración jurada también tiene la firma del desconocido empresario aparentemente catarí.
Esto atendiendo a que, según el propio contrato rubricado, la compañía debía presentar la garantía de fiel cumplimiento dentro de los 10 días siguientes a la firma del contrato. Otro hecho llamativo es que el “aval” bancario que acompaña la declaración jurada de la empresa tiene fecha del 27 de octubre último, o sea, fue emitido casi un mes después de la firma del contrato, y no dentro de los 10 días posteriores a ese acto.
Lo cierto es que Khalifa Hamad Al-Thani no aparecía hasta hace poco como representante legal de Doha Holding Group LLC en el portal de Contrataciones Públicas, pero tras firmar el contrato con Petropar -sin estar en los registros como observó en su momento la DNCP- fue inscripto en el sistema de la citada institución.
Nadie de Petropar ni de la firma privada explica las incongruencias
Sin embargo, pese a todas las dudas que se ha generado en torno a este contrato, en Petropar ya nadie quiere brindar información sobre la situación de la provisión de gasoíl, ni tampoco sobre las inconsistencias que siguen apareciendo tras la publicación de los documentos. En este sentido, la directora de comunicaciones del ente, Norma Caballero, ha ignorado las solicitudes de entrevistas y el presidente de la estatal, Eddie Jara, así como su gerente general, William Wilka, evaluador “estrella” de ofertas del ente, tampoco responden.
Pero desde la propia petrolera ya confirmaron que no se cumplirá con esta fecha y que el carburante llegaría al país en diciembre. Aunque ya nadie explicó dónde está actualmente el combustible y si realmente se traerá de Catar o ya cambiaron de origen.
Petropar ahora solo habló de la primera entrega que se concretaría en diciembre y no se sabe aún lo que pasará con las demás tandas. Lo concreto es que los demás competidores, que fueron descalificados, presentaron sus ofertas teniendo en cuenta el supuesto “apuro” de compra por parte de Petropar, pero finalmente la petrolera viene cambiando los plazos de entrega, dando más tiempo en beneficio de la “firma catarí”. Esta presentó un precio milagroso del combustible (US$ 610/tonelada métrica), que según fuentes del sector privado, ni Brasil que tiene compras en volúmenes enormes ha conseguido.
No obstante, aún hay dudas de que la empresa pueda cumplir con la entrega.