A pesar del intenso frío, hay personas que a la madrugada ya deben estar despiertas para poder generar ingresos a fin de subsistir. Acá te contamos las historias de dos nobles trabajadoras que se dedican a pelar mandioca y vender yuyos en los mercados de Asunción y San Lorenzo.
Cerca de la 1:00 de todos los días, prende su brasero y ya arranca con su noble labor. Más de 50 bolsas pela diariamente en un puesto instalado en la avenida Rodríguez de Francia casi Perú.
Vende yuyos para cuidar de su marido enfermo
“Como sea hago para sobrevivir porque siempre hay deudas, pagar la luz y también uno se enferma. Mi esposo tiene que tomar sus pastillas por el dolor de huesos que tiene, entonces sí o sí tengo que trabajar”, dijo.
Lo que gana destina a comprar medicamentos
Reveló que su marido sigue tratamiento en el Hospital de Tobatí, donde no hay disponibilidad del medicamento que requiere. A raíz de ello, lo que gana en la venta de yuyos lo destina a la compra del fármaco.
“Toma dos pastillas por día: una de mañana y otra de tarde. Lo que gano es para una tableta prácticamente y con ella llevo una leche y pan, luego ya se termina. Ese es mi trabajo”, lamentó.