Tensión entre Trump y Musk impacta las acciones de Tesla en Wall Street
Una nueva confrontación entre el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el CEO de Tesla y SpaceX, Elon Musk, ha sacudido el mercado de valores, provocando una caída del 5.3% en las acciones de Tesla. La tensión se intensificó tras comentarios de Trump sobre la política fiscal estadounidense y el futuro de los subsidios estatales a las empresas del magnate tecnológico.
En un mensaje publicado en su red social Truth Social, Trump acusó a Musk de depender excesivamente de subsidios gubernamentales, sugiriendo que sin ellos, sería insostenible en el negocio. "Elon puede recibir más subsidios que cualquier ser humano en la historia", afirmó Trump, quien también recordó que Musk se opuso a la imposición de vehículos eléctricos antes de apoyarlo en su carrera presidencial. Este cruce de acusaciones muestra la frágil relación entre ambos magnates que, en su día, parecían compartir objetivos comunes.
La disputa estalló justo antes de que Tesla publicara su informe trimestral de ventas, lo que agrega presión a la compañía en un momento donde ya lidia con caídas significativas en sus ingresos. En el primer trimestre de este año, la empresa reportó una reducción del 13% en sus ventas, y las proyecciones para el segundo trimestre apuntan a una caída aún más alarmante, lo que ha generado preocupación entre inversores y analistas.
Musk, por su parte, no se quedó en silencio. En respuesta a las provocaciones, insinuó que si los recortes a los subsidios se concretan, podría ser "increíblemente destructivo" para el sector y, por ende, para la economía estadounidense. “Los lanzamientos de cohetes, satélites y autos eléctricos podrían terminar, y nuestro país podría ahorrar una fortuna”, señaló Musk en un tono burlón, sugiriendo que el análisis financiero debería realizarse de forma más crítica.
El impacto financiero de esta riña política se ha visto reflejado en las acciones de Tesla, que, hasta la fecha, han experimentado una caída del 17% en el año. Esto se debe no solo a las inquietudes acerca de las crecientes ventas, sino también a las decisiones estratégicas de Musk, quien ha enfrentado críticas por su papel en la administración Trump y por su participación en temas de relevancia económica.
El análisis de expertos financieros apunta a que el futuro de Tesla, en un entorno de reducción de subsidios, es incierto. Martillo del banco JP Morgan ha emitido advertencias acerca de un "otoño acelerado" en las ventas, estableciendo estimaciones que prevén una caída a 1.575 millones de unidades vendidas en el año, inferior a las 1.7 millones inicialmente programadas. Si bien se han previsto diversos escenarios, la situación es lo suficientemente crítica como para que los analistas ajusten sus pronósticos.
La crisis de Tesla también coincide con un panorama difícil en su competencia en el mercado automovilístico. Según cálculos de Deutsche Bank, las ventas podrían estar muy por debajo de las expectativas, en un entorno donde marcas rivales como BYD y Xiaomi están ganando terreno, especialmente en mercados clave como Europa y Asia. Este panorama pone más presión sobre Musk, que ha tenido que reorientar su enfoque y dejar de lado su papel en Dogecoin.
Mientras se avecina la publicación de los resultados de ventas de Tesla, la incertidumbre crece entre los inversores. Las tensiones entre Musk y Trump no solo resaltan las divisiones en la política estadounidense, sino que también ponen de manifiesto la fragilidad del imperio construido por el CEO de Tesla. En un momento en que la transición hacia la sostenibilidad es crucial, el futuro del fabricante de automóvil eléctricos se encuentra en una encrucijada.
La intersección de la política y la economía sigue revelando las complejidades del mundo empresarial estadounidense. La nueva era de competencia y colaboración tecnológica podría verse empañada por conflictos de intereses personales y profesionales, poniendo en juego no solo los ahorros de los consumidores, sino también el futuro de la movilidad eléctrica en el país. La atención ahora se centra en cómo responderá Musk a este último ataque y qué estrategias adoptará Tesla para mantenerse a flote en un mercado cada vez más desafiante.