Francesca Albanese, relatora de la ONU sobre Palestina, desafía sanciones de EE. UU. tras críticas sobre Gaza
Francesca Albanese, relatora especial de la ONU para Palestina, enfrenta sanciones impuestas por Estados Unidos luego de un informe que detalla la crisis humanitaria en Gaza. La experta italo-palestina se niega a ceder ante lo que califica como tácticas de intimidación.
En declaraciones recientes, Albanese afirmó que estas sanciones son una "respuesta infeliz" a su trabajo, que pretende visibilizar lo que denomina un "genocidio en progreso" en Gaza. "Quieren intimidarme a mí y a cualquiera que intente decir la verdad sobre la situación en Gaza, usando métodos que se parecen a los de la mafia", expresó en una entrevista con el diario italiano República. Albanese reafirmó su compromiso de continuar su labor, exigiendo la intervención de la Corte Penal Internacional (CPI).
La relatora no se limita a criticar la acción militar de Israel, sino que también apunta a un amplio conjunto de empresas que, según su informe, se benefician de la situación. Mencionó a grandes nombres, entre ellos Google, Microsoft, Amazon e IBM, indicando que sus operaciones contribuyen a la crisis que viven miles de inocentes en Gaza. "El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, debe ser juzgado en La Haya", afirmó Albanese al denunciar el uso de tecnología y armamento en un conflicto que se ha intensificado debido a ambiciones territoriales.
Las reacciones no se hicieron esperar. Marco Rubio, secretario de Estado de EE. UU., acusó a Albanese de "deshabilitarse" como relatora especial, argumentando que ha mostrado actitudes de antisemitismo y apoyo al terrorismo. La intervención de EE. UU. ha sido considerada por muchos analistas como un intento de silenciar críticas hacia sus políticas y las de su aliado, Israel. Albanese, por su parte, considera que estos comentarios constituyen un "precedente peligroso" y una clara manifestación de la presión que enfrenta por parte de sectores vinculados al poder.
La situación ha generado un torrente de apoyo hacia la relatora. En Italia, una petición en línea en respaldo a Albanese logró reunir 15,000 firmas en apenas dos horas. Los firmantes exigen que se garantice su protección y que su candidatura para el Premio Nobel de la Paz sea formalmente presentada. Esta ola de respaldo subraya las tensiones en torno a la libertad de expresión y el derecho a la investigación en el contexto de conflictos internacionales.
Albanese, quien ha presentado seis informes a la ONU, ha enfatizado la necesidad de investigar diversas violaciones de derechos humanos, desde detenciones arbitrarias hasta el tratamiento de menores. "EE. UU. es un país alérgico a aceptar la explicación de los crímenes internacionales", criticó. En su visión, el poder económico y político intenta silenciarlo, creando un ambiente donde la intimidación prevalece.
Aunque reconoce que las sanciones afectarán su vida cotidiana, Albanese se siente afortunada por contar con protección diplomática. "A nivel psicológico, esto no me afectará", afirmó. "Mi situación es privilegiada comparada con la de las personas en Gaza, que viven bajo condiciones extremadamente difíciles". Esto subraya su compromiso con la defensa de aquellos que no tienen voz en el escenario internacional.
La relatora también se mostró pesimista sobre la participación de la CPI, dada la influencia de industrias poderosas relacionadas con el conflicto. "Las condiciones no son propicias", comentó, destacando el desafío que enfrentan los sistemas judiciales al tratar de abordar crímenes internacionales en un contexto tan complicado. La inclinación de ciertos sectores a eludir la justicia queda claramente reflejada en sus análisis.
Francesca Albanese se mantiene firme en su misión. En un momento en que muchos se enfrentan a presiones para silenciarse, su determinación resuena como un desafío a la falta de rendición de cuentas en conflictos que afectan a millones. "Estoy aquí para denunciar un sistema que solo opera si las personas están intimidadas", concluyó, dejando claro que su lucha por la verdad y la justicia apenas comienza.