Checo Pérez enfrenta un tumultuoso año en la Fórmula 1 tras dejar Red Bull
El piloto mexicano Checo Pérez ha vivido un año de altibajos en la Fórmula 1, culminando en su salida del equipo Red Bull. Este desenlace marca un cambio significativo en su carrera profesional.
A pesar de haber comenzado 2024 con un buen desempeño, logrando cuatro podios en las primeras cinco carreras, la temporada rápidamente se tornó complicada. A medida que avanzaban las competencias, el vehículo RB20 se volvió cada vez más problemático para Pérez. Los cambios mecánicos implementados en el monoplaza afectaron su rendimiento, llevándolo a enfrentar desafíos en cada carrera y obligándolo a abandonar en cinco ocasiones durante el año.
Checo Pérez ha hablado abiertamente sobre la presión que sintió dentro del equipo y su lucha por adaptarse al automóvil, incluso describiendo cómo el clima y otros factores hicieron que el coche se volviera incontrolable. En sus declaraciones en el podcast mexicano "Del paddock", el piloto reveló que, a diferencia de lo que se espera de un piloto de elite, en su caso tuvo que pensar de manera constante en cada maniobra. Esta situación contrasta con la confianza que el equipo parece haber depositado en su compañero de equipo, Max Verstappen.
El tratamiento mediático hacia Pérez también ha sido feroz. La prensa británica, tradicionalmente crítica, centró sus miradas en él, lo que contribuyó a una atmósfera de tensión. A pesar de contar con un contrato hasta 2026 y una compensación financiera considerable, las críticas llevaron a Red Bull a considerar otras opciones para el equipo. La llegada de Liam Lawson como su reemplazo, aunque temporal, no brindó los resultados esperados, lo que llevó al equipo a buscar nuevamente en la parrilla.
Tras un intento con Lawson, Red Bull optó por incorporar al japonés Yuki Tsunoda. El cambio, sin embargo, no generó el impacto deseado; los resultados fueron similares a los de su predecesor. A un año de distancia, la escudería se encontraba en la cuarta posición de la Copa del Mundo, mientras que Pérez, en comparación con sus reemplazos, aún mantenía un notable total de 118 puntos.
La situación interna en Red Bull se complicó aún más con la partida de Christian Horner, quien dejó el equipo tras más de dos décadas de liderazgo. Su salida se produjo en medio de acusaciones de acoso y cuestionamientos sobre el rendimiento y la dirección del equipo, lo que ha dejado un vacío significativo en la organización conducida por esta figura clave. Adrian Newey, famoso por su habilidad en el diseño de automóviles, y Jonathan Wheatley, director de deportes, también están bajo la lupa en este contexto.
A raíz de estos cambios, Pérez decidió tomar un año sabático, reflexionando sobre la complicada dinámica que experimentó en 2024. En sus declaraciones, manifestó que no tiene planes de regresar a la Fórmula 1 a menos que se presente una oportunidad que realmente le interese. Con un calendario cargado de 24 carreras al año, Pérez busca un balance que le permita también disfrutar de su vida personal y familiar.
Mientras tanto, han surgido propuestas que incluyen ofertas de otros equipos, como Cadillac y Alpine. Pérez ha indicado que esperará para evaluar las oportunidades reales que puedan presentarse en el futuro antes de tomar una decisión sobre su retorno a la competición. Su deseo es competir nuevamente en la élite, pero con un equipo que lo valore verdaderamente y que le ofrezca un proyecto a largo plazo.
El futuro de Checo Pérez sigue siendo incierto, pero su determinación por regresar a la Fórmula 1 bajo las condiciones adecuadas refleja su pasión por el automovilismo y su deseo de competir al más alto nivel. A medida que se aproxima 2026, todos los ojos estarán puestos en él y en las posibles estrategias que pueda seguir para alcanzar su objetivo.