Trump y Powell: La Tensión Entre el Presidente y la Fed
En el contexto económico actual, la relación entre Donald Trump y el presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell, atraviesa una fase crítica. La posibilidad de que Trump busque despedir a Powell ha captado la atención de analistas y economistas a nivel internacional, encendiendo un debate sobre la independencia del banco central.
La frustración del ex presidente radica en la resistencia de Powell para reducir las tasas de interés, una medida que Trump ha solicitado reiteradamente. A lo largo de la semana, Trump ha empleado un arsenal de insultos y críticas hacia Powell, desde llamarlo "cabeza hueca" hasta acusarlo de "destruir" al país con su política monetaria. Sin embargo, a pesar de los intentos de Trump por intimidarlo, Powell se mantiene firme en su postura.
Anticipando un posible despido de Powell, Trump se reunió el martes con un grupo de congresistas para discutir la situación. En declaraciones a la prensa, insinuó que despedir a Powell era "muy poco probable" a menos que se descubriera un fraude. Esta ambigüedad ha generado confusión sobre sus verdaderas intenciones, pues muchos analistas creen que se trata de una estrategia de distracción para desviar la atención de otros problemas.
El marco legal complica aún más la situación. Según la ley estadounidense, Trump no puede despedir a Powell, cuyo mandato finalizará en mayo de 2024. La simple insinuación de un despido ha tenido un impacto inmediato en los mercados financieros, con caídas en el dólar y en acciones de Wall Street, reflejando el temor a una posible injerencia política en la política monetaria.
Durante sus recientes declaraciones, Trump ha reiterado su deseo de que la Fed reduzca las tasas de interés, que actualmente oscilan entre el 4.25% y el 4.50%. Sin embargo, la clase económica coincide en que un recorte tan drástico podría resultar perjudicial en el contexto actual. Un examen más detallado revela que Powell, nombrado por Trump en 2017 y respaldado por Biden en 2021, ha manejado la economía estadounidense con cuidado. Su enfoque ha sido fundamental para mitigar los efectos de la inflación generada por la pandemia.
Powell, un exbanquero e inversionista con más de 20 años de experiencia, ha ganado el respeto de muchos economistas por su compromiso con la independencia de la Fed. Los expertos coinciden en que su liderazgo ha sido crucial para lograr un "aterrizaje suave" en la economía, evitando una recesión que podría haber derivado en graves consecuencias para el país.
En la línea de ataque de Trump, la administración ha comenzado a criticar el gasto en la renovación de la sede de la Fed en Washington, argumentando que es un despilfarro. A pesar de estos ataques, Powell ha defendido la necesidad de actualizar las instalaciones, resaltando que las demoras en el proyecto son atribuibles a desafíos con materiales y problemas medioambientales inesperados.
La tensión entre Trump y Powell no es un fenómeno aislado, ya que Washington ha vivido momentos similares en el pasado. Históricamente, los presidentes han tratado de influir en la política monetaria para favor de sus objetivos políticos, lo que, como indica la experiencia, a menudo ha tenido repercusiones negativas tanto a corto como a largo plazo.
Finalmente, mientras la presión sobre Powell continúa, es evidente que Trump enfrenta un desafío considerable. La composición y la independencia de la Fed están garantizadas por leyes que dictan su funcionamiento, y cualquier intento de realizar cambios significativos podría desestabilizar aún más los mercados. La situación actual pone de relieve no solo la política interna de Estados Unidos, sino también su impacto en la economía global, aunque la Fed, bajo el mandato de Powell, se esfuerza por mantener su autonomía en un entorno cada vez más turbulento.