Crisis en Argentina: Universidades y hospitales en la mira del gobierno de Milei
En una manifestación histórica, profesores y estudiantes universitarios de Argentina se unieron el pasado viernes para protestar en contra del veto del presidente Javier Milei a dos leyes clave de financiamiento. Las movilizaciones, que se llevaron a cabo en Buenos Aires, se sumaron a las exigencias de médicos y trabajadores de hospitales pediátricos, quienes también rechazan la reducción de fondos para la salud. Este clima de incertidumbre en el país sudamericano anticipa una significativa Marcha Nacional programada para el próximo miércoles, convocada por diversos sindicatos y organizaciones de ambos sectores.
El enfrentamiento entre el gobierno de Milei y la comunidad universitaria se ha intensificado desde su llegada al poder. La falta de consenso parlamentario para aprobar un nuevo presupuesto ha llevado al presidente a gobernar mediante extensiones sucesivas del presupuesto de 2023, adaptadas según sus propias directrices. Conocido por sus posturas radicales, Milei se refiere a sus opositores como "el topo que destruye el Estado", marcando el tono conflictivo de su administración.
Desde la asunción de Milei en diciembre de 2023, el presupuesto destinado a universidades ha experimentado una caída real del 30%, mientras que los salarios de los docentes y trabajadores educativos han visto una reducción del 40% en su poder adquisitivo. Esta grave situación fue destacada por Oscar Alpa, presidente del Consejo Nacional de Interuniversidades (CIN), quien advirtió que la ausencia de un presupuesto nacional durante dos años ha llevado a las universidades a un estado crítico, comprometiendo su autonomía y funcionamiento.
En un intento por contrarrestar las políticas de austeridad del gobierno, el Congreso aprobó recientemente una nueva ley de financiamiento universitario. Esta iniciativa, respaldada por toda la oposición, contempla incrementos salariales vinculados a la inflación y actualizaciones de fondos para operaciones, infraestructura y becas. Sin embargo, Milei vetó esta ley, al igual que una propuesta similar el año anterior. Este veto ha generado tensiones adicionales, ya que el Parlamento enfrenta dificultades para desafiar la decisión presidencial antes de las cruciales elecciones nacionales del 26 de octubre.
La primera reacción organizada contra los vetos tuvo lugar el viernes, cuando sindicatos de docentes llevaron a cabo una huelga nacional, complementada por una concentración de grupos de izquierda en la emblemática Plaza de Mayo. Estudiantes y maestros clamaron enérgicamente: "¡No, un veto!" mientras que sostenían pancartas que exigían "salud pública a la infancia". La protesta incluyó a trabajadores de salud pediátrica, destacando la urgente necesidad de apoyo para hospitales como el Garrahan, que han sufrido recortes graves.
Alejandro Lipcovich, líder de la Asociación de Trabajadores del Estado en el Hospital Garrahan, describió el veto como un acto desesperado de un gobierno en crisis. La situación en hospitales pediátricos está deteriorándose, con un creciente número de renuncias entre el personal y una falta alarmante de recursos. La comunidad de Garrahan anunció una huelga que se extiende hasta el domingo, planeando reanudarlas en sincronía con la marcha universitaria del miércoles.
En defensa de sus decisiones, Milei ha justificado sus vetos argumentando que son necesarios para "preservar el equilibrio fiscal" del país. Desde su perspectiva, las acciones de la oposición buscan desestabilizar su agenda económica, la cual enfrenta significativos desafíos debido a la reciente depreciación del peso argentino y una crisis financiera que afecta a la nación. La presión sobre Milei aumenta a medida que las manifestaciones crecen en tamaño y determinación.
Como respuesta a las movilizaciones y críticas, el gobierno ha presentado una queja judicial contra las autoridades de la Universidad de Buenos Aires (UBA), acusándolas de violar sus deberes al incluir en su portal web el mensaje "no es un veto". Esta medida ha sido interpretada como un intento de censura y represión a la libre expresión en el ámbito académico. Ante esta situación, el rector de la UBA, Ricardo Gelpi, expresó su preocupación por la operatividad de la institución, indicando que la falta de recursos críticos comprometía su funcionamiento para poder concluir el año académico.
Los eventos recientes subrayan el creciente descontento social y las tensiones entre los diferentes sectores que conforman la sociedad argentina. La jornada del miércoles promete ser un termómetro de la reacción popular y un indicativo de cómo seguirá evolucionando la polarizada relación entre el gobierno de Javier Milei y las instituciones educativas y de salud pública del país.