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Adolescente de 14 años fallece tras cirugía estética en Durango.

Adolescente de 14 años fallece tras cirugía estética en Durango.

Tragedia en México: niña de 14 años muere tras cirugía estética no autorizada

Una profunda tragedia ha golpeado a una familia en Durango, México, tras la muerte de Paloma Nicole Arellano, una menor de 14 años, quien falleció el sábado a causa de complicaciones sufridas durante una cirugía estética.

El caso ha sido denunciado por su padre, Carlos Arellano, quien presentó la queja ante las autoridades estatales, apuntando con el dedo hacia la clínica privada donde se realizó el procedimiento, así como a su madre y al médico involucrado, quienes son pareja. La noticia ha generado una oleada de indignación y ha puesto en el foco las prácticas irregulares en el sector de la cirugía estética en el país.

Según relatos compartidos por Carlos Arellano en redes sociales, la cirugía para implantes mamarios se llevó a cabo el 12 de septiembre, con el consentimiento de su madre, Paloma N, sin que él tuviera conocimiento del mismo. Arellano asegura que fue informado un día después de que su esposa le comunicara que se ibas a un viaje en Serra de Durango, alegando que su hija había dado positivo en Covid-19 en la escuela. La familia se había trasladado a unas cabañas donde no había señal telefónica.

Días más tarde, comenzó la pesadilla. La madre de Paloma le informó a Arellano que su hija había sido hospitalizada de emergencia. Inicialmente, su padre pensó que se trataba de complicaciones relacionadas con la enfermedad. Sin embargo, la verdad sería mucho más trágica. La cirugía generó graves complicaciones que llevaron a la joven a experimentar un paro cardiorrespiratorio y una inflamación cerebral, lo que resultó en un coma inducido y, finalmente, su muerte.

La noticia de la fallecimiento de Paloma llegó durante su funeral, donde Carlos Arellano, devastado, se enteró por primera vez del procedimiento estético que había desencadenado esta tragedia familiar. En un emotivo llamado a la justicia, declaró: "Exijo que todos los responsables sean investigados: el médico, la madre, el hospital y sus administradores".

Este lamentable suceso se produce en un contexto alarmante de clínicas y procederes irregulares en el ámbito de la cirugía estética en México. En los últimos tres años, la Comisión Federal de Protección de Riesgos de Salud (COFEPRIS) ha cerrado 97 clínicas ilegales en diversas localidades del país, entre ellas 48 en la Ciudad de México, 29 en elEstado de México, y en otras entidades como Guadalajara, Puebla y Tamaulipas. La creciente demanda por tratamientos estéticos se ha convertido en un terreno fértil para operadores ilegales y prácticas inseguras.

El caso de Paloma Arellano ha puesto en relieve la falta de regulación y control en el sector de la cirugía plástica en México. Las autoridades locales están siendo presionadas para tomar medidas más enérgicas que prevengan tragedias similares en el futuro y para garantizar la protección de menores en la búsqueda de procedimientos estéticos. La comunidad ha agotado los esfuerzos por exigir claridad y justicia ante una tragedia que pone en jaque la seguridad de jóvenes en un contexto vulnerable.

Los familiares de Paloma y defensores de derechos de los menores están pidiendo no solo justicia, sino también reformas a las políticas que regulan las cirugías estéticas, particularmente cuando involucran a menores de edad. Un llamado que permanece en el aire mientras la comunidad se pregunta cómo un procedimiento tan arriesgado pudo haber sido consentido sin la autorización debida y el diagnóstico médico apropiado.

La conmoción por el caso de Paloma se siente más allá de Durango, resonando en todo el país y poniendo de manifiesto la imperiosa necesidad de que se implementen políticas más estrictas para regular el sector estético y salvaguardar la salud de quienes buscan mejorar su apariencia física. La familia Arellano espera que su dolor no sea en vano y que, por fin, se tomen medidas concretas para evitar que otras jóvenes pasen por la misma tragedia.

Así finaliza una historia que, lamentablemente, representa un capítulo más en la problemática de la cirugía estética no regulada en México, un fenómeno que necesita atención urgente para proteger a las generaciones más jóvenes de las decisiones erradas y las graves consecuencias que estas pueden acarrear.

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