SAN ANTONIO. Varias familias del barrio San Roque de esta ciudad pasan momentos de terror con cada lluvia grande, debido a los torrentosos raudales que ya formaron una gran zanja que divide a la comunidad. Los afectados claman por ayuda de las autoridades, antes que la erosión derrumbe alguna casa. En la Municipalidad dicen que trabajan para solucionar, pero no tienen un proyecto viable a corto plazo.
La gran cantidad de agua que fluye en la zona ya formó una enorme zanja en la comunidad, y va creciendo por las constantes erosiones. Los lugareños exigen una urgente solución.
Dijo que con cada lluvia fuerte la zanja crece y avanza hacia las viviendas, y ya no pueden salir ni entrar a sus casas. “Nuestras calles se convierten en verdaderos arroyos con las precipitaciones, y es una trampa mortal”, refirió Lesme.
Solución, pero sin proyecto
El propio intendente municipal, Santiago Aguilera (PLRA), dijo que estaban trabajando para una solución a este grave problema que pasan varios vecinos del barrio San Roque, pero no mostró ni habló de algún proyecto viable para la comunidad.
Los lugareños indicaron que desde 1997 sufren este problema de los raudales, aquel año un fuerte temporal arrasó con gran parte del empedrado y se fue formando una zanja, que hoy día ya es un precipicio.