Las cartas están sobre la mesa. Los tres candidatos que compiten por la jefatura de Gobierno de Ciudad de México se enfrentaron este domingo en el último debate electoral, el más limpio y tranquilo de los tres encuentros, y con él echaron la moneda al aire. Ya presentaron sus propuestas, hicieron sus promesas, jugaron lo que tenían bajo la manga y dijeron y repitieron casi todo. En el último cruce, sin mayores tensiones, Clara Brugada, del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), criticó a su principal rival, Santiago Taboada, de la alianza opositora Vai para CDMX, por el entramado de corrupción que se instaló en la alcaldía. quien gobernaba, Benito Juárez. El opositor contraatacó con la supuesta negligencia cometida por las autoridades en el reciente caso de feminicidio de Iztacalco. A tres semanas de las elecciones, el monótono acontecimiento dejó inalterada la lucha por la capital.
Esta vez, los candidatos dejaron las botellas, fotografías y carteles en casa. Casi no se retiraron carteles durante ninguna intervención. Tampoco se recurrió, como en los otros dos partidos, a la descalificación y al furor. Un ambiente mucho más informal reinó este domingo en el estudio de grabación. En la hora y media que duró el partido, sólo en algunas ocasiones se dirigieron directamente al rival. El candidato del PAN, PRI y PRD comenzó lamentando el ataque contra su colega, Alessandra Rojo de la Vega, candidata a la alcaldía de Cuauhtémoc, quien denunció este domingo un ataque a tiros en su vehículo. Brugada lo hizo con una denuncia ante el Instituto Electoral de la Ciudad de México, luego de que a ella y su equipo se les prohibiera vincular a Taboada con el cártel inmobiliario porque consideraron que los tribunales no podían probarle nada.
En el primer bloque los candidatos hablaron sobre seguridad y justicia. Brugada prometió continuidad, mientras Taboada y Salomón Chertorivski, de Movimiento Ciudadano, criticaron el modelo actual y prometieron nuevos cuerpos policiales, nuevas Fiscalías y nuevos enfoques del tema. El panista atacó la retórica de ciudad segura, que Morena ha estado tratando de impulsar, con el reciente caso de feminicidio en Iztacalco. Los blanquiazules les reprendieron por no hacer caso a las advertencias que llevaban varios años planteando al detenido, Miguel Cortés. «Son terriblemente incompetentes», dijo, «esto es negligencia criminal». La noticia para el bloque fue el anuncio de Brugada, quien dijo que designaría como asesores de seguridad al exsecretario de Seguridad capitalino Omar García Harfuch, al excanciller Marcelo Ebrard y a la exfiscal Ernestina Godoy.
Ahora toca hablar de desarrollo inmobiliario, el punto débil de Taboada. “Es mejor excusarse de este bloqueo, porque podría decir algo que lo incrimine”, recomendó Chertorivski. Antes de que le dijeran más, Taboada salió en defensa de su partido y acusó al presidente Andrés Manuel López Obrador de ser el máximo responsable del cártel inmobiliario. El candidato del PAN sacó a la luz el polémico Bando 2, una política impuesta por el presidente cuando estaba al frente del gobierno municipal para favorecer el desarrollo en los municipios centrales, estrategia que terminó cambiando por completo la demografía de la ciudad.
El tema del desarrollo inmobiliario ha sacado a la luz un problema que aqueja a la Ciudad de México desde hace años: la falta de vivienda, escasez que afecta a cientos de miles de personas cada año. Con excepción de Chertorivski, los otros dos candidatos tenían pocas propuestas para resolver este problema. Tampoco profundizaron en el desarrollo de un programa de ordenamiento territorial, deuda pendiente de las distintas administraciones de la capital. En cambio, algunas actas fueron elogiadas por las licencias otorgadas a obras supuestamente ilegales. “No hay desarrollo urbanístico si la ciudad es considerada un saqueo”, reprendió Brugada a su rival.
Los candidatos finalizaron así el último encuentro cara a cara, sin más. La carrera por la ciudad ha visto estas semanas cómo se ha reducido la distancia entre Brugada, líder en las encuestas, y el número dos, Taboada. Gracias a este cierre, se espera que la carrera por el 2 de junio sea reñida. Entre las pocas interacciones y la repetición de discursos, las oportunidades de ganar una votación, de convencer a alguien, se esfumaron. Un encuentro desagradable que deja a la vista la recta final de la carrera.
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