Cerro Porteño y Olimpia empataron por sexta vez consecutiva. El 1-1 registrado ayer en La Nueva Olla es festejado por Libertad, que queda como único líder del Apertura, a falta de cinco rondas para el cierre. El Ciclón demostró más ambición. El Decano tuvo un segundo aire con los cambios y terminó el juego más entero, por disputar un solo torneo.
Ambición azulgrana, entereza franjeada
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Los visitantes tuvieron aproximaciones más por los desajustes defensivos de los locales que producto de un fútbol elaborado. En ese sentido, hasta ahora no se puede descifrar la propuesta de Martín Palermo.
Haciendo honor a su mote de Ciclón, el dueño de casa arrancó con todo el segundo tiempo. No tardó en empatar mediante la conexión argentina entre Carrizo y Churín, para la habilitación del centrodelantero a Cecilio, quien definió sin problemas, ya que Olmedo había quedado corto en el cierre.
Domínguez tuvo una posibilidad similar a la que contó Pratto, pero el “globito”, desde una posición más incómoda que la del “Oso”, fue imperfecto.
El Decano quedó prácticamente sin chances de pelear el título, al situarse a seis puntos de Libertad y a cuatro de su acérrimo rival. No es común ver a un equipo históricamente protagonista cumpliendo un rol de reparto, casi secundario en el campeonato. Es el momento de analizar si vale la pena seguir con Palermo, porque da la sensación que es una pérdida de tiempo, al no existir una identidad futbolística que sirva de gancho para un futuro deportivo mejor.
Juan Gabriel Benítez no desentonó
De un juez con insignia FIFA y candidato a acudir al Mundial 2026, siempre se espera más. Debió amonestar al olimpista César Olmedo por una falta sobre Cecilio Domínguez apenas iniciado el juego.
En el minuto 21 fue expulsado el médico franjeado Marcos Torres, por una conducta inapropiada a la función. El galeno había ingresado a asistir a Ramón Martínez, tuvo un roce con uno de los camilleros y se armó el revuelo que no pasó a mayores.