Hace 34 años la OMS eliminó la homosexualidad de la lista de enfermedades. Sin embargo, Perú dio un paso atrás al considerar a personas LGBTIQ+ con problemas de salud mental. Un nuevo decreto del Minsa actualiza el Plan de Seguro Esencial de Salud, incorporando diagnósticos en la categoría de trastornos mentales basados en la CIE-10. Esto incluye identidades como transexualismo y orientación sexual egodistónica, a pesar de que la OMS excluyó la transexualidad de su manual de enfermedades hace dos años.
El colectivo Mais Igualdade Perú y el científico Percy Mayta Tristán se han pronunciado en contra del decreto, argumentando que estigmatiza a la población trans y dificulta su acceso a servicios de salud. Organizaciones de derechos humanos y profesionales de la salud también han exigido la reversión de la inclusión de la CIE-10, considerando que la norma deja abierta la posibilidad de terapias de conversión y viola los derechos humanos.
Ante las críticas, el Ministerio de Salud emitió un comunicado contradictorio, afirmando que el género y la diversidad sexual no son enfermedades ni trastornos, pero justificando el decreto para garantizar la cobertura de atención en salud mental. El ministro de Salud, César Vásquez, no se pronunció al respecto y desvío la atención hacia otros temas, como la detención del hermano del presidente y el aumento de la pobreza monetaria en el país.
La comunidad LGBTIQ+ en Perú se moviliza contra un decreto que considera sus identidades como trastornos mentales, a pesar de los avances en el reconocimiento de derechos en otros países de la región. La lucha por la igualdad y la eliminación de la discriminación continúa siendo un desafío en la sociedad actual, que debe avanzar hacia el respeto por la diversidad y la dignidad de todas las personas.
