Las declaraciones de los guardias civiles sobrevivientes al atentado en Barbate no revelaron la autoría del doble crimen, pero sí pusieron de manifiesto las carencias de medios. Abogados de demandantes cuestionaron los recursos materiales disponibles ese día, alegando insuficiencia. Las asociaciones profesionales AUGC y Jucil denunciaron que se enviaran seis agentes con medios claramente insuficientes. El juzgado de Cádiz investiga estas denuncias.
Los cuatro guardias civiles declararon ante el juzgado tres meses después del suceso, con secuelas físicas y psicológicas. El juez solicitó brevedad en las preguntas para no causar mayor daño a las víctimas. Se indagaba sobre la identificación de los autores de los hechos. Los testimonios destacaron la falta de preparación y medios para abordar las embarcaciones narco. Describieron la situación como desfavorable y con órdenes poco claras.
Uno de los guardias civiles mencionó que la embarcación en la que iban no era adecuada para la operación. Otro agente relató cómo recibieron órdenes contradictorias de sus superiores. El tercer guardia civil explicó que la misión era detener a los ocupantes de las narcolanchas, pero admitió que el barco en el que iban no era apropiado. Los agentes coincidieron en que las embarcaciones narco eran más grandes y estaban preparadas para esa situación en particular.