Luiz Fernández, intérprete profesional de lenguaje de señas, quien prestó sus servicios durante el informe presidencial del Congreso Nacional, denunció la serie de malos ratos que tuvo que pasar el pasado 1 de julio, cuando pese a que lo contrataron para hacer su trabajo, lo recibieron sin la mínima organización y le dificultaron su labor. Para colmo, no le pagaron por su trabajo y recién cuando hizo un escrache, pudo cobrar.
En el marco de su trabajo en pos de la comunicación accesible, se hizo conocido en estos años, por lo que suelen llamarlo desde distintas instituciones públicas.
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Desorganización y falta de elementos básicos
Tuvo que soportar que personas se cruzaran por enfrente de su cámara en plena transmisión, no le dieron un buen sistema de retorno y no podía escuchar lo que decía el presidente, por lo que hubo un momento que quedó sin interpretar.
Después de al menos dos horas de pasar por mucho estrés, Luiz Fernández esperó al menos ir a su casa tranquilo con el justo pago por su trabajo, pero fue en ese momento cuando le dieron la sorpresa más desagradable.
No le pagaban ni le respondían
Ni ese día ni los días siguientes le dieron respuesta alguna a sus consultas sobre cuándo tendrían listo su dinero. Simplemente leían sus mensajes y no le daban retorno.
El profesional recordó que su trabajo es importante, pues es un facilitador y mediador lingüístico que ha contribuido al acceso inclusivo en entornos educativos y sociales.