La inauguración de los Juegos Olímpicos de París ha sorprendido a todos con una mezcla de deportes y arte. Un momento polémico fue la representación de la obra “La Última Cena” de Leonardo da Vinci en una versión Drag Queen.
La representación desató una ola de reacciones en las redes sociales, generando tanto apoyo como críticas.
Opiniones a favor de la performance
Críticas y desaprobación
El debate sobre la inclusión y la tradición
La ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de París ha puesto en el centro del debate la cuestión de la inclusión y cómo se maneja la representación en eventos de gran magnitud. La actuación Drag Queen inspirada en una obra religiosa ha provocado reflexiones sobre los límites entre el respeto a las tradiciones y la libertad artística.
Controversia por interpretación de Dionisio en show
Las redes sociales reaccionaron con enojo por lo que muchos interpretaron como una burla a “La Última Cena” de Jesús con drag queens, pero en realidad se trataba de una representación inspirada en Dionisio, el dios griego del vino.
En la escena, el cantante Philippe Katerine, pintado de azul y casi desnudo, se presentaba como Dionisio, rodeado por drag queens en un festín. El número de personas en la mesa no correspondía a los 12 apóstoles de “La Última Cena”.