La comunidad educativa, los pobladores de las localidades Riacho Mosquito y Boquerón, habitadas por familias de los Maskoy, se manifestaron para reclamar agua potable, así como la reconstrucción de aulas de la escuela afectada por un incendio en el 2023. Los padres de los alumnos deben caminar grandes distancias para proveer del vital líquido a sus hijos y maestros.
Agua cruda
Ante esta penosa realidad, los padres de familia, a diario acarrean el vital líquido desde el río en cualquier tipo de recipiente para que no falte dentro de la escuela. “En todo este tiempo las autoridades nos mienten diciendo que está en proyecto la construcción de un sistema de distribución de agua, pero a pesar de nuestra insistencia solo son promesas y mentiras” alegó la educadora.
Aulas incendiadas
En el 2023, esta escuela, sufrió un incendio y hasta la fecha no se saben la causas que originaron esta tragedia. El fuego se encargó de destruir todo un pabellón donde se encontraban varias aulas, sin que hasta el momento las autoridades se encarguen de la reconstrucción.
Merienda escolar
Los niños y jóvenes también reclaman la carencia de la merienda escolar, ahora excluido de las instituciones educativas a consecuencia de la aprobación del famosos Plan Hambre Cero, esto repercute de forma negativa en los estudiantes, aseguran sus maestros.
La mayoría de estos alumnos vienen a la escuela sin recibir alimento alguno, por lo que el almuerzo escolar es el primer alimento que consumen en el día, dijo la educadora. “En este panorama es muy difícil lograr la atención de los alumnos”, refirió.
Testigos de la situación de pobreza
Religiosos de la comunidad salesiana que trabajan con los pobladores de las comunidades de los Maskoy, emitieron una carta a la opinión pública denunciando la crítica situación en la que viven estas familias.
Los religiosos dicen que “vemos a las mujeres madres Maskoy llegar a tempranas horas en la población de Casado y ofrecer sus servicios de trabajadoras domésticas, vender ramas para las escobas o remedios yuyos, a la par de los hombres en busca de alguna changa ocasional con el único objetivo de poder acercar algún alimento a la mesa familiar”.
“Esto es realmente indignante sobre todo en un departamento caracterizado por poseer millones de vacas, pero no hay un vaso de leche para estos niños desprotegidos, y se lo sustituye con una propaganda de hambre cero”, mencionan los salesianos.
Finalmente, los religiosos se preguntan ¿Quién o quienes evalúan semejante realidad de estas familias, donde se carece de fuentes de trabajos?, simplemente no se realizaron estos estudios previos alegan, por lo que piden a las autoridades competentes hacerse presentes en estas poblaciones de los Maskoy, para conocer esta triste realidad, y buscar soluciones en beneficio a los niños y jóvenes.