En el tercer debate presidencial previo a las elecciones, la candidata Xóchitl Gálvez atacó a Claudia Sheinbaum. Jorge Álvarez Maynez asumió un rol destacado y criticó a Gálvez. No hubo acuerdo de oposición.
Gálvez llamó a Sheinbaum «candidata mentirosa» y cuestionó su fe. Máynez se sumó a los ataques contra Gálvez. También se mencionaron temas de corrupción en el debate presidencial.
Máynez cuestionó la política habitacional y las alianzas de Morena. Gálvez criticó a exgobernadores del PRI y PAN. Los candidatos se enfrentaron a temas de corrupción e inmigración en el debate.
Gálvez acusó a Sheinbaum de soberbia y autoritarismo. Máynez criticó a ambas candidatas. Sheinbaum defendió su postura y recordó hechos de la historia mexicana en su respuesta a los ataques.
Los candidatos abordaron temas de política exterior y corrupción. Gálvez defendió su postura y criticó las acciones de otros partidos. Máynez también cuestionó las decisiones de los partidos rivales.
En general, el debate presidencial estuvo marcado por los ataques personales y políticos entre los candidatos. Se discutieron temas importantes para México. Los candidatos buscaron destacar sus propuestas y diferencias en sus discursos.
En un momento del debate, se mencionó la represión en la plaza Tlatelolco en 1968. Los candidatos aprovecharon para enfatizar sus posiciones y criticar a sus oponentes. La democracia y la pluralidad fueron temas recurrentes en el debate.