La mala calidad del gasto público le cuesta anualmente a las economías de América Latina y el Caribe (ALC) alrededor de US$ 220.000 millones, es decir, 4,4% de su Producto Interno Bruto (PIB). Con estos recursos perdidos, podrían construirse unos 1.225 hospitales con 200 camas, de acuerdo con estimaciones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Beneficios especiales en el sector público
Para el análisis en Paraguay de los recursos destinados al financiamiento de beneficios otorgados a los funcionarios de los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial se consideraron los siguientes componentes: las remuneraciones adicionales, extraordinarias, el subsidio familiar, además de las bonificaciones y gratificaciones, por servicios especiales y el subsidio para la salud. No se contemplaron los sueldos.
En cuanto al comportamiento que han tenido los mencionados componentes del gasto, el mayor nivel se registró en 2014, con US$ 307,9 millones, mientras que en 2023, el monto cayó a US$ 60,7 millones, lo que representó una reducción acumulada de aproximadamente el 80%.
Desde el 2021 hasta los últimos datos oficiales disponibles, el promedio de pagos destinados a los beneficios adicionales se ha mantenido en torno a los US$ 60 millones, monto igualmente significativo que revela la necesidad de realizar una urgente y profunda reingeniería del gasto, apuntando a la calidad del mismo.