El presidente Biden se disculpó con los nativos americanos por el sistema de internados federales. Reconoció que esta política fue una «mancha en la historia estadounidense». La secretaria del Interior, Deb Haaland, también pidió perdón por el daño causado a las comunidades indígenas.
Una investigación encargada por Haaland reveló que al menos 973 miembros de pueblos indígenas murieron en estos internados. Biden admitió que esta cifra podría ser aún mayor. Los menores eran sometidos a prácticas que buscaban borrar su cultura, como cambiarles el nombre, cortarles el pelo y prohibirles practicar su idioma o religión.
El descubrimiento de tumbas de niños indígenas en Canadá impulsó a Estados Unidos a investigar sus propios internados. La visita de Biden a Arizona, un estado clave para las elecciones, también tiene un trasfondo electoral. Kamala Harris, candidata a la reelección, busca movilizar a los votantes, especialmente a la comunidad nativa americana que tradicionalmente apoya a los demócratas.
Arizona tiene una importante población nativa americana, representando alrededor del 6% de la población. Biden ganó el estado en 2020 por un estrecho margen de votos. Además de la presidencia, el estado elegirá a un nuevo representante estatal, Jonathan Nez, miembro de la nación navajo. Nez busca convertirse en el primer nativo americano en ocupar ese cargo, enfrentándose al republicano Eli Crane en una carrera sin un claro favorito según las encuestas.