El presidente Gustavo Petro ha generado confusión en Colombia con su discurso ambiguo y contradictorio. En medio de esta situación, los líderes contribuyen al caos, dificultando el entendimiento de los asuntos públicos. Los medios de comunicación, lejos de informar con objetividad, se suman al conflicto político, empeorando la situación. La sociedad colombiana se ve afectada por esta coyuntura, pagando las consecuencias de la incertidumbre y el ruido generado por los líderes. La confianza en las instituciones se ve erosionada, lo que afecta la economía y paraliza los procesos sociales. La continua desconfianza no beneficia a nadie, aunque algunos crean lo contrario.