Desafíos y Oportunidades: El Primer Año de Claudia Sheinbaum en la Presidencia de México
En unos días, se cumplirá un año del gobierno de Claudia Sheinbaum en México, marcado por importantes desafíos económicos y un contexto internacional incierto.
Desde su llegada al poder, Sheinbaum ha enfrentado un panorama complicado que se derivó del considerable déficit fiscal del 5.9% heredado del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, el más alto en décadas. Esta situación ha limitado su capacidad de maniobra y obligado a su administración a implementar ajustes fiscales significativos desde sus primeros días en el cargo.
A esta complejidad se suma la sombra de la política estadounidense, especialmente la posibilidad de un regreso de Donald Trump a la presidencia. La reimposición de aranceles anunciado por Trump ha creado un clima de inestabilidad, no solo en la economía mexicana, sino también en la región. Desde el inicio de su mandato, la incertidumbre generada por estas políticas ha dificultado el proceso de integración comercial en el marco del T-Mec.
Como resultado, la economía mexicana ha mostrado signos de debilidad en el último año. La inversión privada ha caído un 5% durante la primera mitad del año en comparación con el mismo periodo de 2024, y la inversión pública se contrajo en un alarmante 22%. Este contexto ha repercutido negativamente en el crecimiento del empleo formal y en la actividad económica, que apenas creció un 0.1% en los primeros siete meses del año.
A pesar de estos retos, algunos indicadores económicos sugieren que la economía mexicana ha demostrado una notable resistencia. Inicialmente se temía que el país entrara en recesión, pero sorprendentemente ha evitado un colapso nacional. Aun cuando el crecimiento es escaso, el país ha logrado mantener avances modestos frente a circunstancias adversas.
Otro aspecto positivo es la estabilidad del peso mexicano. A diferencia de años anteriores, cuando el tipo de cambio fluctuaba con frecuencia en respuesta a la incertidumbre, la moneda ha mantenido paridades relativamente estables. Aunque esta estabilidad también se explica por la depreciación del dólar a nivel global, es un indicativo de la madurez del peso en tiempos complicados.
En el mercado laboral, las cifras son alentadoras. La tasa de desempleo se mantiene en un bajo 2.6%, mientras que la subocupación se sitúa en un 7.1%, los registros más bajos desde que se tiene información oficial. Esto refleja un mercado laboral más sólido, a pesar de la desaceleración económica.
En el ámbito financiero, el panorama es igualmente positivo. La Bolsa mexicana ha logrado crecer un 18% en el último año, alcanzando niveles históricos. Este crecimiento ha sido potenciado por una caída en la inflación, que pasó de 4.7% a 3.7%, junto con una reducción en la tasa de interés del Banco de México, que ha disminuido de 10.5% a 7.5% en el mismo periodo.
En conclusión, el primer año de gobierno de Claudia Sheinbaum es un reflejo de contrastes en el ámbito económico. A pesar de enfrentar un entorno extremadamente adverso, la administración ha logrado navegar por desafíos considerables con cierto éxito. Con la estabilidad macroeconómica como prioridad y esfuerzos encaminados a la consolidación fiscal, se puede anticipar que en los siguientes años pueda haber un repunte en el crecimiento económico, lo cual sería un logro significativo en un contexto lleno de incertidumbres.