La fiebre albirroja ya se siente en la escuela Teniente Gabriel Aquino de Caacupé, donde cada rincón refleja los colores de la Selección Paraguaya. Banderitas, camisetas y cánticos convierten a la institución en un pequeño estadio lleno de entusiasmo y orgullo patrio.
El profesor de música, Gustavo Aquino, coincidió en que alentar a la selección ya es parte de la tradición escolar. “Cuando se acerca el partido de Paraguay, todos venimos con la camiseta puesta y desde temprano suenan las canciones alusivas. Es una manera de sentirnos unidos y transmitir a los chicos ese espíritu de equipo y esperanza”, expresó.
Ilusión de llegar al Mundial
Ahora, con la ilusión de la clasificación al Mundial, el fervor se redobló. Desde esta semana, los pequeños asisten todos los días a clases vistiendo la casaca albirroja, como muestra de apoyo al combinado guaraní que dirige Gustavo Alfaro.
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