El subjefe del Departamento de Crimen Organizado de la Policía Nacional dijo que se lleva a cabo desde Paraguay un monitoreo de la información surgida en Brasil de un aparente conflicto interno entre líderes del grupo criminal Primer Comando Capital (PCC) que, según creen analistas brasileños, podría resultar en violencia en las calles y cárceles. El PCC tiene importante presencia en prisiones locales.
Las autoridades brasileñas han observado indicios de un cisma en la cúpula de liderazgo del PCC, llamada “Sintonía Final” por sus miembros, tres de los cuales pidieron la exclusión del “máximo líder” del grupo, Marcos Willians Herbas, alias “Marcola”, a quien acusan de haber causado que el “número dos” del grupo, Roberto Soriano –alias “Tiriça”- haya recibido una condena de 31 años de prisión.
Algunos analistas creen que estos tres líderes se separaron del PCC original y formaron una nueva organización que denominan “Primer Comando Puro” y se habrían acercado al otro principal grupo criminal de Brasil, el Comando Vermelho de Río de Janeiro, y “Marcola” habría ordenado su ejecución por “alta traición”.
Posibles consecuencias en Paraguay
Una escalada de violencia como esa podría tener repercusión directa en Paraguay, donde el PCC tiene una notable presencia en el sistema penitenciario, con alrededor de 800 personas señaladas como miembros en las distintas cárceles del país.
Agregó que el PCC tiene “varios niveles” para sus aliados, que “pueden ser compañeros leales o simplemente tener un contrato de comercio con el grupo” que no les impide hacer negocios con otras organizaciones criminales.
Enfatizó, sin embargo, que las autoridades paraguayas se mantendrán atentas a lo que reporten sus pares de Brasil sobre el supuesto conflicto interno del PCC.