Desmantelan en Palma una banda de sofisticados ladrones de viviendas
La Policía Nacional de las Islas Baleares ha desmantelado un audaz grupo criminal compuesto por siete individuos, especializados en el robo de viviendas a través de técnicas avanzadas. Estos delincuentes, que lograron llevar a cabo varios robos sin dejar rastro, utilizaban llaves maestras para acceder a las propiedades.
La investigación comenzó a tomar forma cuando numerosos residentes de Palma presentaron denuncias por robos en sus hogares, principalmente durante el día, mientras estaban en sus trabajos. Las quejas alertaron al Grupo Robberry, que inició una exhaustiva indagación, revelando la complejidad del modus operandi de los delincuentes, quienes empleaban una técnica conocida como "imprimir" para abrir cerraduras. Este método permite el acceso sin causar daños visibles, dificultando la identificación de un robo.
Los ladrones planeaban meticulosamente cada uno de sus asaltos, vigilando las viviendas para comprobar que no hubiera nadie en su interior. Una vez confirmada la ausencia de los propietarios, ingresaban disfrazados de técnicos de mantenimiento o repartidores, lo que les ayudaba a pasar desapercibidos. En cuestión de tan solo 30 a 40 minutos, se apoderaban de joyas, perfumes y otros objetos de valor, evitando llevarse dispositivos electrónicos que pudieran ser rastreados.
La investigación policial reveló la organización jerárquica de la banda, en la que cada miembro tenía tareas específicas. Algunos se encargaban de identificar las casas objetivo, mientras que otros se ocupaban de vigilar y alertar sobre posibles descubrimientos. La estrategia fue tan efectiva que algunos robos no se denunciaron hasta días después, resultando en un impacto psicológico considerable en las víctimas que no notaban signos evidentes de que sus hogares habían sido violentados.
La operación que llevó al arresto de los delincuentes tuvo lugar en agosto. Los investigadores identificaron a los miembros de la banda, logrando seguir a uno de ellos hasta una calle en el centro de Palma. Ahí se observó cómo varios integrantes de la organización estaban listos para apoyar a quien ingresaría a una vivienda. La coordinación fue tal que los delincuentes contaban con vehículos estacionados cerca para facilitar su fuga.
La intervención policial se intensificó cuando uno de los ladrones intentó entrar a un domicilio, mientras que otros miembros de su equipo vigilaban. En un momento crítico, los agentes detuvieron a uno de los integrantes que abandonaba el edificio, mientras que otro intentaba deshacerse de una mochila con objetos robados, valorados en más de 9,000 euros. El hallazgo incluía relojes de lujo, joyas y fragancias de marcas reconocidas.
Tras la detención, la policía realizó registros en las residencias de los arrestados, donde se encontraron herramientas de decodificación, llaves maestras y una cantidad significativa de dinero. Además, uno de los detenidos está asociado a un caso de estafas en la península, lo que apunta a una red delictiva aún mayor. La captura de estos siete miembros no solo representa un alivio para la comunidad, sino que también desmantela un elaborado sistema que había generado un clima de inseguridad en la capital balear.
Las autoridades locales han ofrecido su apoyo a las víctimas y están en proceso de revisar otros casos no resueltos que podrían estar relacionados con esta banda. La Policía Nacional ha instado a los ciudadanos a estar alerta y a reportar cualquier actividad sospechosa en sus vecindarios, como parte de una estrategia para prevenir futuros robos. La rápida acción de las fuerzas del orden garantiza una mayor seguridad en la zona, enviando un mensaje claro de que los delitos no quedarán impunes.
La investigación sigue abierta, y se espera que nuevas revelaciones surjan a medida que se analicen más datos y testimonios. Esta operación es un claro ejemplo de cómo la colaboración entre agencia de seguridad, ciudadanos y tecnología puede resultar en un impacto positivo en la lucha contra el crimen organizado.