Las intensas lluvias en el desierto del sureste de Marruecos han generado lagunas y arroyos entre las dunas. Nuevos cuerpos de agua sorprenden a los habitantes y visitantes de la región. Se han recuperado lagos secos hace décadas, como el del Parque Nacional Iriquí, gracias a las tormentas excepcionales de finales de verano y principios de otoño.
El inusual fenómeno ha quedado registrado por el Sistema MODIS en el satélite Terra de la NASA y el satélite Sentinel 2 del programa europeo Coopernicus. Estas imágenes confirman el renacimiento de un humedal de alto valor ecológico en la ruta migratoria de flamencos y otras especies acuáticas. El lago Iriqui, por ejemplo, ha recuperado su extensión original tras más de medio siglo sin agua.
Las precipitaciones en el sur de Marruecos alcanzaron hasta 250 litros por metro cuadrado en solo uno o dos días, equivalente a la media anual de la región. Estos eventos amenazan con cambiar el clima de la zona, aumentando la humedad del aire y la evaporación del agua. A pesar de las inundaciones, las reservas de agua en los pantanos del país aún están por debajo del 30% de su capacidad máxima.
Las intensas lluvias provocaron la muerte de al menos 10 personas y dejaron otras 7 desaparecidas. En el sur y el este de Marruecos, decenas de miles de personas siguen viviendo en tiendas de campaña tras un terremoto ocurrido el año pasado que destruyó unas 60.000 viviendas. Las inundaciones también afectaron el funcionamiento de aeropuertos y obligaron a desviar vuelos a otras terminales.
Las lluvias torrenciales fueron causadas por una masa de aire tropical inestable, que se combinó con masas de aire frío, generando nubes violentas y precipitaciones intensas. El desequilibrio en las reservas de agua se atribuye a la construcción de embalses y al bombeo excesivo de pozos para la agricultura extensiva. Esto ha provocado alteraciones en los oasis y el nivel freático, que funcionan como reguladores naturales.
El paisaje del Sahara ha experimentado una transformación inusual y llamativa tras las lluvias sin precedentes en la región. La aparición de lagunas y arroyos ha sorprendido a los habitantes locales y a los visitantes de uno de los destinos turísticos más populares de Marruecos. El renacimiento de ecosistemas y la recuperación de especies acuáticas marcan un hito en la historia reciente del desierto de Marruecos.