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El legado de los jesuitas

El legado de los jesuitas

SAN IGNACIO, Misiones. Los misioneros jesuitas heredaron un patrimonio rico en historia de la religiosidad y en lo cultural. Es obligación del Estado paraguayo invertir en el mantenimiento de las ruinas y museos que se conservan. El padre Alberto Luna hace un resumen y una reflexión sobre las reducciones tras la III Cumbre de Autoridades de la Región de los 30 Pueblos Jesuíticos, en San Ignacio.

El padre Alberto Luna, quien fue provincial de la Compañía de Jesús y actualmente es maestro de novicios jesuitas en Paraguarí, a propósito del evento, resaltó la obra de los jesuitas durante la colonización en la provincia del Paraguay desde 1609 hasta que fueron expulsados, en el año 1768.

El padre Luna relató que en el año 1607, con la creación de la provincia del Paraguay, se iniciaron las formaciones de las reducciones de indígenas y desde ahí comenzó esta propuesta de trabajo de los jesuitas en nuestra zona. Este proyecto de las reducciones abarcó desde 1609 hasta 1768, más de 150 años, subrayó.

El fin de una época

Según Luna, esto les restaba mano de obra gratuita, generando mucha envidia y recelo entre los colonos. Hubo muchas calumnias y ataques a las reducciones por ser un proyecto diferente al de la Colonia, esas informaciones llegaron a la Corona y sería una de las razones de la salida de los jesuitas de esta zona del Paraguay en 1768, señaló.

Luna relató que la modalidad de trabajo de los jesuitas era un medio de subsistencia y no de competencia o ganancia. Existían los bienes comunes llamados el Tupã Mba’e (propiedad de Dios) y por otro lado el Ava Mba’e (propiedad de los hombres). En ese sentido, cada familia tenía sus propias tierras en las que trabajaban y todo lo que obtenían de ellas era para ellas, además de la chacra común que era el Tupã Mba’e.

Cuando hablamos de las reducciones jesuíticas en el pueblo guaraní estamos hablando de la época de la Corona española, precisó el religioso.

Conservación del patrimonio histórico heredado

Con relación a la injerencia del Gobierno nacional para el mantenimiento de las herencias que dejaron los jesuitas “podemos decir que, en su tiempo, la ministra Liz Cramer realizó un trabajo de recuperación, principalmente de las reducciones de San Cosme, Jesús y Trinidad, estableciendo un circuito para que los turistas puedan hacer un buen recorrido.

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