En su primer informe de gestión, el presidente Santiago Peña no escatimó en críticas hacia la administración de Mario Abdo Benítez, una vez más. Comenzó su extenso discurso contextualizando el estado en que encontró al país, enfatizando el retroceso en varias áreas clave. Estas son las “bombas” contra su propio correligionario.
Peña señaló que durante el último período de gobierno no solo se estancó la reducción de la pobreza, sino que aumentó, alcanzando un 25.5% de pobreza total y un 6.1% de pobreza extrema en 2022. Criticó la improvisación en el nombramiento de cargos públicos estratégicos y denunció el resurgimiento de la corrupción.
Peña destacó que, debido a la falta de reformas y la inacción, “el país perdió cinco años de institucionalización y retrocedió décadas en varios aspectos”. Mencionó, por ejemplo, “la mala gestión de Petropar”.
Denunció descoordinación y desperdicio de recursos
El presidente describió un panorama de instituciones estatales abandonadas, con duplicación de funciones y una falta de coordinación, que resultó en el desperdicio de recursos financiados por los impuestos de los ciudadanos. Afirmó que se creía erróneamente que “el Estado funcionaba en piloto automático”.
Criticó la relajación de Controles e inseguridad
Así también, criticó la Resolución 142 de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) en 2020, que dispuso el cierre permanente de la DIAFT, relajando los controles sobre los puertos privados. Según dijo, entre enero de 2020 y septiembre de 2022, más del 90% de los 47,538 kilos de cocaína incautados fueron capturados internacionalmente, evidenciando la inacción de las instituciones del Estado.
Reconoció que hasta el momento, el sistema educativo enfrenta bajos resultados en comprensión lectora, matemáticas y ciencias, deficiencias en infraestructura escolar y la necesidad urgente de mejorar la alimentación y provisión de kits escolares.
Lamentó las actas secretas de Itaipú y pidió reformas
Peña concluyó que es “más fácil mantener el statu quo y transigir con los poderes fácticos que enfrentar reformas profundas, aunque estas últimas son esenciales para el progreso del país”. Finalmente, dijo no estar satisfecho con la situación actual e hizo un llamado a la colaboración de todos los paraguayos “para sacar adelante a Paraguay”.