El Banco Mundial aboga por economías de aprendizaje en América Latina y el Caribe
El Banco Mundial ha lanzado un informe crucial que resalta la necesidad de que América Latina y el Caribe prioricen la innovación y la integración en la economía global del conocimiento. La publicación, titulada "Recupere el siglo perdido del crecimiento: construir economías de aprendizaje en América Latina y el Caribe", sugiere que solo a través de un enfoque renovado en el aprendizaje y la tecnología los países de la región podrán superar su rezago en desarrollo económico.
Los expertos detrás del informe han analizado la trayectoria histórica de varios países en sectores productivos clave como la minería y la agricultura, donde han quedado rezagados en comparación con naciones más desarrolladas. La investigación destaca que una de las principales razones detrás de este estancamiento es la incapacidad de los países para "aprender a aprender", lo que impide la identificación y utilización óptima de nuevas tecnologías. La creación de instituciones adecuadas que apoyen el desarrollo de habilidades técnicas y gerenciales es crucial para revertir este ciclo negativo.
El estudio enfatiza la importancia de fomentar un entorno que permita a las empresas adaptarse a los cambios tecnológicos y acceder a las cadenas de valor global. A través del fortalecimiento de las capacidades institucionales, se facilitaría la incorporación de nuevas metodologías y estrategias que respondan a los desafíos únicos de cada nación. Este enfoque se presenta como una urgencia para que la región pueda recuperar el tiempo perdido en su desarrollo económico.
Para discutir el contenido del informe, el pasado 21 de julio de 2025, se llevó a cabo una reunión virtual en la cual diversos expertos se dieron cita para intercambiar perspectivas. Entre los participantes estuvieron William Maloney, economista jefe del Banco Mundial para América Latina y el Caribe; Irene Arias Hofman, CEO de Bid Lab; y José Miguel Benavente, vicepresidente ejecutivo de Corfo, entre otros. Moderados por la periodista Karina Suárez, los panelistas abordaron cómo la colaboración entre el gobierno, el sector privado y las instituciones educativas puede fortalecer los ecosistemas de innovación en la región.
Uno de los puntos clave de la conversación fue la importancia de crear sinergias que impulsen tanto el emprendimiento como la investigación. Los expertos coincidieron en que una colaboración efectiva no solo refinaria el entorno empresarial, sino que también alentaría un intercambio vital de ideas y prácticas innovadoras. Tal sinergia es esencial para catalizar el crecimiento económico en un contexto global cada vez más competitivo.
La discusión se centró también en el papel de las nuevas tecnologías como motores de productividad. Con el avance de la digitalización y la inteligencia artificial, los países de América Latina y el Caribe tienen la oportunidad de innovar en sus modelos de negocio y procesos productivos, así como de mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos. Para esto, se requiere una inversión decidida en capital humano y en la modernización de las estructuras educativas.
El Banco Mundial resalta la necesidad de políticas públicas que favorezcan un entorno propicio y flexible para la innovación. Esto implica no solo invertir en infraestructura tecnológica, sino también en programas que desarrollen habilidades específicas y fomenten el aprendizaje continuo. La capacitación de la mano de obra y la vinculación entre academia y sector productivo son aspectos fundamentales para asegurar que los ciudadanos estén preparados para las exigencias del futuro.
Finalmente, el informe y la conferencia que lo acompañó son un llamado urgente a la acción para que América Latina y el Caribe no solo se pongan al día, sino que también se conviertan en protagonistas en la economía global del conocimiento. Se invita a los interesados a participar en este diálogo y revisar la grabación del evento en las plataformas digitales del Banco Mundial, donde se continua promoviendo la conversación sobre las innovaciones que definirán el futuro de la región.