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Europa, China y Rusia abogan por una solución pacífica en Medio Oriente.

Europa, China y Rusia abogan por una solución pacífica en Medio Oriente.

Tensión creciente en el Medio Oriente tras ataques estadounidenses a instalaciones nucleares de Irán

La Unión Europea reafirma su postura de que solo la diplomacia puede resolver el conflicto en el Medio Oriente, intensificado por los recientes ataques estadounidenses a instalaciones nucleares iraníes. António Costa, presidente del Consejo Europeo, expresó su "profunda alarma" por la escalada de la situación, advirtiendo que nuevos enfrentamientos podrían hacer subir considerablemente el número de civiles afectados en la región.

El dirigente portugués subrayó la necesidad de un enfoque negociador, afirmando que “la diplomacia sigue siendo la única forma de lograr la paz y la seguridad”. Costa reiteró el compromiso de la UE de trabajar junto a las partes y aliados para encontrar una solución pacífica mediante el diálogo, en momentos de creciente tensión.

Este llamado a la calma también fue respaldado por Kaja Kallas, la alta representante de la política exterior de la UE, quien instó a todos los involucrados a volver al camino del diálogo. "Es crucial evitar una nueva escalada", subrayó Kallas, enfatizando que la participación activa de Estados Unidos en el conflicto puede agravar aún más la delicada situación entre Israel e Irán. La discusión sobre estos temas se retomará en una reunión del Consejo de Ministros de Relaciones Exteriores de la UE programada para el lunes en Bruselas.

Alemania, a través de su canciller Friedrich Merz, hizo un llamado claro a Irán para que inicie negociaciones con Estados Unidos e Israel, buscando una salida diplomática al conflicto. Merz, tras reunirse con la Oficina de Seguridad Nacional, enfatizó la urgencia de establecer un diálogo tras el bombardeo estadounidense a las instalaciones nucleares iraníes, instando a todas las partes a encontrar una solución.

Francia, por su parte, ha abogado por la "contención" para prevenir cualquier escalada que podría extender el conflicto en la región. El Ministro de Asuntos Exteriores, Jean-Noël Barrot, subrayó en X que el país no formó parte de los ATAQUES a las instalaciones iraquíes. Barrot reafirmó la necesidad de una solución negociada que aborde el problema del armamento nuclear en Irán dentro de los parámetros establecidos por el tratado internacional.

Desde el Reino Unido, el Primer Ministro Keir Starmer también ha instado a Teherán a regresar a la mesa de negociaciones. "El programa nuclear iraní representa una seria amenaza para la seguridad internacional", declaró, asegurando que el Reino Unido apoya cualquier effort que busque desescalar la crisis. Starmer resaltó que la estabilidad en el Medio Oriente es una prioridad y que un enfoque diplomático es esencial para abordar la creciente tensión.

Los líderes europeos han unido sus fuerzas, continuando el trabajo del E3 (Reino Unido, Francia y Alemania) en negociaciones con Irán desde 2003. En una declaración conjunta, pidieron a Teherán que no realice acciones que puedan desestabilizar aún más la región tras el bombardero estadounidense. Subrayaron que Irán no debe poseer armamento nuclear y que su actividad representaba un riesgo para la seguridad tanto regional como global.

La respuesta internacional al conflicto ha sido contundente. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia condenó el bombardeo estadounidense, calificándolo de "irresponsable". En un comunicado, la diplomacia rusa alertó sobre el riesgo de una escalada peligrosa que podría dañar la seguridad regional y mundial. Moscú reiteró su defensa de una solución diplomática, preocupándose por el impacto del ataque en el tratado de no proliferación nuclear.

China también se unió a las críticas, condenando el ataque y señalando que esta acción viola la Carta de las Naciones Unidas, aumentando las tensiones en el Medio Oriente. A través de un comunicado, Pekín llamó a las partes, en particular a Israel, a cesar las hostilidades y retornar a la mesa de diálogo. La postura del gigante asiático resalta su interés en una solución pacífica y el respeto por el derecho internacional en esta compleja dinámica.

Por último, Turquía también expresó su preocupación por las repercusiones de los ataques sobre las instalaciones nucleares de Irán, advirtiendo sobre la posibilidad de que la situación se convierta en un conflicto de mayor escala. El Ministerio de Asuntos Exteriores de Turquía enfatizó la importancia de evitar un desenlace catastrófico y subrayó su compromiso con una solución diplomática al conflicto, resaltando su rol como intermediario en la región.

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