Gregorio Pérez Companc, conocido como «El Cardenal», falleció a los 89 años. Dueño de Molinos de Río de la Prata y la petrolera PeCom, se convirtió en uno de los hombres más ricos de Argentina y del mundo.
Nacido en Buenos Aires en 1934, fue adoptado por una familia que se dedicaba inicialmente a la cría de ganado ovino y luego incursionó en la industria naviera y petrolera. Pérez Companc se destacó en sectores como la construcción, la exploración y refinación de petróleo, transporte y distribución de gas, finanzas y más.
El grupo Pérez Companc se diversificó en diferentes áreas, incluyendo centros comerciales, bancos y la producción de alimentos para consumo masivo. A través de una fundación, también se destacó como una importante fuente de donaciones en el país, especialmente para instituciones católicas y el Opus Dei.
Con una vida privada discreta, Pérez Companc disfrutaba de una debilidad por los coches de lujo, los caballos de pura raza y la aviación. Fue ubicado en la posición 809 en el ranking de las personas más ricas del mundo de la revista Forbes, con una fortuna estimada en 3.900 millones de dólares.
El empresario dejó un legado familiar y empresarial significativo, siendo padre de ocho hijos que continúan dirigiendo el Pérez Companc Family Group. Su muerte deja un vacío en el sector empresarial argentino, siendo uno de los pocos locales en el ranking de personas más ricas del planeta.
Desde su fallecimiento, se ha generado un fuerte impacto en la economía argentina, recordando la influencia y el legado dejado por este destacado empresario. Su vida discreta y exitosa en el mundo de los negocios lo convirtió en una figura emblemática en la historia reciente del país.