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Fuertes lluvias en México causan 23 muertes y emergencia

Fuertes lluvias en México causan 23 muertes y emergencia

Intensas lluvias azotan México, dejando un balance trágico de al menos 23 muertos y devastación generalizada

México enfrenta una crisis humanitaria tras intensas lluvias que han dejado al menos 23 personas fallecidas en diversos estados del país. Las autoridades luchan por contener los daños mientras más fenómenos meteorológicos se ciernen en el horizonte.

La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, proporcionó un informe detallado sobre la situación, señalando que las lluvias han afectado 982 kilómetros de carreteras federales en los estados de Hidalgo, Puebla, San Luis Potosí, Querétaro y Veracruz. Hasta el cierre del día, las labores de reparación se desarrollaban en más de la mitad de las vías afectadas. Con el Plan DN-III en acción, se invocaron recursos militares para ayudar a las familias damnificadas, con la instalación de albergues y la distribución de suministros básicos en las áreas más afectadas.

El estado de Hidalgo fue el más impactado, con 16 muertes confirmadas, de las cuales ocho se debieron a deslizamientos de tierra. El subsecretario de Protección Civil y Riesgos, Román Bernal Díaz, detalló que las víctimas pertenecían mayormente a Tenango de Doria y Zacualtipán. En esta región, 90 comunidades están aisladas y más de mil viviendas han sufrido daños, con 95 albergues habilitados para proporcionar refugio a los afectados.

El panorama se torna más grave a medida que el tiempo avanza. En una reunión de emergencia, la presidenta Sheinbaum subrayó que los daños abarcan varias entidades federativas, concentrándose en Veracruz, Puebla, San Luis Potosí, Querétaro, Hidalgo y Guerrero. Este anuncio fue seguido de la activación de un despliegue coordinado entre diversas secretarías para mitigar el impacto de la crisis.

Las lluvias recientes son atribuibles a la tormenta tropical Raimon, que avanza hacia la costa mexicana, llevando consigo vientos de hasta 110 km/h. Asimismo, se considera que el huracán Priscila, ahora degradado a tormenta, también ha contribuido a la inusitada cantidad de precipitaciones que ha golpeado al país en los últimos días.

Es en Veracruz donde las lluvias han tenido un efecto devastador. La madrugada del viernes, el río Cazones se desbordó en Poza Rica, inundando áreas y dejando a los residentes atrapados en sus hogares. La situación se volvió crítica, con imágenes desgarradoras de personas aferradas a señales de tráfico y niños refugiados en árboles mientras las inundaciones arrasaban con todo a su paso. La angustia de los pobladores es palpable, y muchos claman por asistencia urgente. En respuesta, las fuerzas armadas han desplegado el Plan DN-III-E en la región.

En Querétaro, la situación no es menos alarmante. Deslaves han perpetrado su devastación durante días, intensificándose desde el pasado 8 de octubre. Las precipitaciones en la región alcanzaron cifras récord, equivalentes al 15% del total de lluvias esperadas en el año. El gobernador Mauricio Kuri afirmó que cerca de 147 viviendas han resultado afectadas y se han habilitado siete albergues para atender a los damnificados.

Las noticias no son mejores en Puebla, donde tres muertes han sido confirmadas y al menos ocho personas están desaparecidas. Alejandro Armenta, gobernador del estado, expresó su preocupación por la situación, indicando que las comunidades locales están en estado de alerta mientras continúan las lluvias.

El Servicio Meteorológico Nacional ha advertido que las condiciones meteorológicas se mantendrán desfavorables para el fin de semana. Con pronósticos de lluvias persistentes en todo el país, las autoridades piden a la población que eviten transitar por áreas de riesgo y que permanezcan alerta a las instrucciones emitidas por Protección Civil.

Mientras México enfrenta la adversidad, la solidaridad y la respuesta de los organismos de auxilio son fundamentales para ayudar a las comunidades devastadas. Sin embargo, el futuro inmediato parece incierto a medida que el país se prepara para lidiar con más lluvias y potenciales desastres naturales en los días venideros. Las escenas de destrucción y desesperación subrayan la necesidad urgente de atención y recursos para mitigar el sufrimiento que devastadoras inundaciones han dejado a su paso.

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