Progreso hacia un alto el fuego en Gaza tras respuesta positiva de Hamas a propuesta de EE. UU.
Un posible alto el fuego en Gaza parece más cercano tras la consideración de Hamas sobre la propuesta del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Este plan incluye una tregua de 60 días para permitir la liberación de rehenes y facilitar las negociaciones de paz. La declaración de Hamas, emitida el viernes a través de sus redes sociales, refleja un cambio en la dinámica del conflicto, ya que el grupo está dispuesto a iniciar conversaciones sobre la implementación de la propuesta.
En las últimas horas, Hamas ha consultado con otras facciones palestinas y mantiene conversaciones con mediadores, incluyendo a Qatar y Egipto. Una fuente palestina indicó a la Agencia Reuters que esta respuesta podría allanar el camino para un acuerdo. Un funcionario de Hamas, que prefirió permanecer en el anonimato, confirmó que se había comunicado la respuesta a los mediadores, lo que sugiere un avance comprensible en las negociaciones.
Los detalles sobre cómo se implementaría el posible pacto todavía están por determinarse. Estos eventos llegan justo antes de que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se desplaze a Estados Unidos para discutir la situación con Trump. La propuesta de tregua es un tema central de este viaje, lo que podría influir en el futuro de las negociaciones entre los dos lados.
La propuesta de Trump se centra en una tregua de 60 días, durante la cual se pretende liberar a ocho rehenes en los primeros días y continuar con la entrega de dos más a la mitad del periodo, así como cinco cuerpos de rehenes al séptimo día. Sin embargo, el pacto no especifica cuántos prisioneros palestinos serían liberados por Israel, generando incertidumbre respecto a los términos del acuerdo. La mediación de Qatar y Egipto es crucial, ya que han estado desempeñando un papel clave en el proceso de paz.
En medio de esta situación, la crisis humanitaria en Gaza se agrava. En las últimas 24 horas, se han registrado 138 muertes, entre las cuales al menos 62 eran personas que esperaban ayuda humanitaria. La ONU ha advertido que más de 57,000 vidas se han perdido en el enclave palestino, lo que resalta la urgente necesidad de un alto el fuego y el acceso a la ayuda humanitaria.
Para Israel, la prioridad sigue siendo la liberación de los rehenes, mientras que para Hamas es esencial que cesen los ataques y se permita el flujo de ayuda humanitaria al enclave. Sin embargo, Israel, apoyado por Washington, busca desmantelar las capacidades militares de Hamas. Esta posición se complejiza en un contexto donde las negociaciones todavía están en una fase preliminar, con posiciones firmes de ambos lados.
Antes de hacer su declaración el viernes, Hamas llevó a cabo consultas con otros grupos palestinos, aunque no mencionó detalles sobre la liberación de rehenes o los 60 días de tregua propuestos por Trump. Es evidente que el grupo busca mantener sus demandas fundamentales, incluida la ayuda humanitaria, sin hacer demasiadas concesiones en este proceso.
La posición de Israel, liderada por Netanyahu, busca ganar tiempo y evitar compromisos prolongados. Según expertos, pueda que esté dispuesto a aceptar una pausa temporal en los combates, pero no hay certeza de que esté preparado para negociar un acuerdo de alto el fuego duradero que trascienda estos 60 días. La inminente reunión entre Netanyahu y Trump podría ofrecer más claridad sobre el camino a seguir.
Finalmente, la situación humanitaria en Gaza es desesperada y, a pesar de los esfuerzos para proporcionar ayuda, el 85% de la población vive bajo restricciones severas. La intervención de organizaciones internacionales ha sido criticada y se ha cuestionado la efectividad de las medidas implementadas. Mientras las tropas israelíes continúan sus operaciones, la población civil sigue siendo la más afectada por el prolongado conflicto.
La comunidad internacional observa atentamente cómo se desarrollan estos acontecimientos en un contexto de incesantes pérdidas humanas y una crisis humanitaria de gran escala. Las próximas decisiones políticas en Washington y Tel Aviv serán cruciales para determinar no solo el futuro de Gaza, sino también el destino de miles de vidas atrapadas en el centro del conflicto.