Jinetes uruguayos y caballos partieron el pasado marzo del vecino país con rumbo a Asunción para protagonizar la Marcha al Paraguay, en celebración a los 100 años de la Escuela Artigas de la capital paraguaya. Realizarán una travesía terrestre de más de mil kilómetros, durante -incluso- más de un mes.
La comitiva se dirige rumbo a Asunción para celebrar los 100 años de la Escuela Solar de Artigas, instalada en el sitio donde vivió el prócer uruguayo antes de morir, en el Jardín Botánico y Zoológico de la Capital paraguaya, que le fue entregado por el entonces presidente Carlos Antonio López.
En una semana, un cuarto de recorrido
La ruta que se sigue son las “huellas” de Artigas, marchando entre 30 y 35 kilómetros por día entre dos y tres horas en la mañana y lo mismo en la tarde para luego descansar en lugares con buen pasto y donde haya agua. Ambos grupos están acompañados de camionetas de apoyo que se adelantan a los jinetes para conseguir alojamientos.
En cuanto a los caballos, estos están entrenados para recorrer grandes distancias. Un grupo llevó 10 y el otro, 32, entre ellos ejemplares criollos y mestizos, incluso, cuarto de milla y árabes. “Algunos eran caballos de polo. Son atléticos. Están como salidos del primer día”, dijo José Carlos Arana, integrante de la marcha, al medio de prensa.
El caballo de Artigas, listo para el llamado
Uno de ellos tira con su montura, pero sin jinete. Esto tiene un significado: representa así al caballo de Artigas que está listo para acudir a su llamada.
Los jinetes uruguayos traen presentes que recolectaron en más de 50 escuelas para entregar a los niños que estudian en la única escuela pública del Uruguay en el exterior, cuya apertura se dio el 28 de abril de 1924.