La emblemática rotonda reloj de Ciudad del Este vuelve a recuperar su principal elemento con la instalación de un nuevo artefacto que se impone en el paisaje de la zona comercial de esta capital departamental. Está ubicada a pocos metros del Puente de la Amistad, por lo que constituye un punto de referencia importante, no solo para los pobladores, sino también para los turistas que ingresan al país desde Foz de Iguazú, Brasil.
El nuevo diseño de la rotonda surgió como la propuesta ganadora de un concurso de arquitectura que convocó a diez equipos creativos. El proyecto seleccionado, titulado Grata et Pax (“Hermandad que trasciende fronteras”), simboliza el espíritu hospitalario y abierto de Ciudad del Este hacia visitantes de todo el mundo, promoviendo la integración cultural y el sentido de pertenencia.
El reloj original, de la marca Orient, instalado en 1985 y que se conserva hoy en el Museo El Mensú, fue reemplazado por un nuevo reloj Bulova, de un metro de diámetro. Fue donado por una empresa privada y representa una renovación simbólica de la memoria colectiva.
La renovada rotonda se convierte así en un atractivo turístico, un punto de encuentro ciudadano y un reflejo del compromiso con la innovación, la sostenibilidad y el arte urbano.
La historia de la rotonda reloj
Esta estructura estaba ubicada en lo que se considera la primera rotonda de la ciudad, en la intersección de la ruta PY02 y la avenida Carlos Antonio López, y no en el centro de la rotonda de la ruta nacional como se encuentra actualmente.
Si bien el reloj fue instalado por la Comuna, se trató de una iniciativa impulsada por los primeros comerciantes de la zona. En poco tiempo, se convirtió en un punto de referencia para la ciudad, ya que podía verse desde lejos.