Aún con una ciudad con los efectos de la ceremonia de la inauguración con el encendido de la llama olímpica, Paraguay sabía que no tenía otro resultado que no sea el triunfo para llegar con chances reales para el duelo del próximo martes ante Malí. Se impuso ayer sobre Israel por 4-2.
También contó con el resto físico suficiente para trancar, robar y correr con el último aliento para darle un toque de justicia a un marcador que era muy corto.
Ambos aparecieron en momentos claves del encuentro para anotar con sus respectivas fortalezas –regate con disparo del hombre del Brighton y cabezazo potente del Comandante– para llegar con la moral alta para la final del martes contra el representante africano, también en el estadio del PSG, que tuvo su propia disputa extrafutbolística en las gradas con la presencia de hinchas palestinos, que abuchearon el himno de Israel al inicio del juego.
La que se vio en la Torre Eiffel el viernes. La que se vio ayer en el Parque de los Príncipes.
