Lloviznas suaves y continuas se producen desde las primeras horas de este jueves en el departamento de Amambay, generando alivio a los habitantes, quienes habían soportado varios días de intenso calor y una densa humareda que cubría la región. A diferencia de las fuertes tormentas que azotaron otras partes del país, las precipitaciones en esta zona fueron mansas, favoreciendo principalmente a la producción agrícola, clave para la economía.
El sector agrícola, que había sufrido por la falta de agua, es uno de los más beneficiados por las precipitaciones. Las pequeñas y medianas explotaciones agrícolas dependen del equilibrio hídrico para garantizar buenos rendimientos, y estas lluvias aseguran que las plantas puedan continuar su crecimiento en condiciones más favorables. Según los agricultores de la región, estas lluvias son una “bendición” que llegó a tiempo para salvar parte de las cosechas.