El base esloveno Luka Dončić lideró a los Mavericks en una paliza a los Celtics en un juego decisivo de las finales de la NBA. Dallas logró vencer 122-84, resurgiendo tras estar abajo en la serie 3-0.
En una actuación magistral, Dončić anotó 25 puntos en el primer tiempo y fue clave para la abrumadora ventaja de 61-35 al descanso. A pesar de ceder algo de protagonismo en el segundo tiempo, el esloveno demostró su valía y liderazgo en la cancha.
El partido resultó ser una lección de baloncesto por parte de los Mavericks, quienes neutralizaron completamente a los Celtics y dominaron en ambos lados de la cancha. El marcador final reflejó la superioridad de Dallas y la decepción de Boston, con una diferencia de 38 puntos a favor de los locales.
Esta victoria significó el primer triunfo de los Mavericks en unas finales desde la época de Dirk Nowitzki en 2011. Bajo el liderazgo de Dončić, se mostraron como un equipo más cohesionado y efectivo, con jugadores clave como Kyrie Irving y Derek Lively II destacando en el juego.
La derrota de los Celtics rompió su racha de 10 victorias consecutivas y los dejó sin la posibilidad de ganar su primer título desde 2008. La actuación irregular de jugadores clave como Jaylen Brown y las dificultades en defensa y ataque marcaron la diferencia a favor de los Mavericks.
A pesar de la contundente victoria de los Mavericks, la serie continúa y los Celtics tendrán la oportunidad de reivindicarse en el próximo encuentro. El desempeño de Kristaps Porziņģis sigue en duda debido a una lesión, lo que podría afectar la estrategia de Boston para el siguiente partido.
El resurgimiento de los Mavericks y la brillante actuación de Luka Dončić han generado expectativas y emoción en torno a las finales de la NBA. Con un juego impecable y una ventaja dominante, Dallas ha demostrado que está dispuesto a luchar hasta el final por el título.