Una mujer del barrio General Genes de Pedro Juan Caballero ha denunciado el envenenamiento de sus cuatro mascotas, lo que ha causado consternación entre los vecinos.
La afectada, Martina Areco, compartió que el deterioro de la salud de sus animales comenzó el pasado miércoles 9 de julio a las 22:00 horas. En ese momento, se encontró a uno de sus perros en estado crítico. A pesar de que un veterinario se presentó con rapidez para intentar salvar al can mediante un tratamiento inyectable, este falleció a los diez minutos de haber sido atendido.
La tragedia no se detuvo con la muerte de este perro, ya que en la mañana del jueves 10 de julio, Areco descubrió que los otros tres animales, dos perros y dos gatos, también habían perdido la vida en el patio de su hogar. «No sabemos el porqué ni el cómo; estoy convencida de que fueron envenenados, ya que estaban perfectamente saludables», manifestó Areco. Además, la propietaria aseguró que no había tenido conflictos recientes con sus vecinos, lo que añade más inquietud a la situación.
La reacción de la comunidad no se ha hecho esperar, y la noticia ha generado una oleada de indignación entre los habitantes de la zona. Muchos se han posicionado a favor de Anita y han comenzado a expresar su apoyo, a la vez que han manifestado su preocupación por la seguridad de sus propias mascotas. Se han hecho inevitables las conversaciones sobre el bienestar animal y el posible maltrato que podría estar atacando a la comunidad.
En busca de justicia, Martina Areco ha decidido presentar una denuncia formal ante las autoridades competentes. La mujer también ha manifestado su intención de obtener las grabaciones de las cámaras de circuito cerrado de las viviendas aledañas, con la esperanza de recolectar pruebas que conduzcan a la aclaración del caso. Las autoridades locales han tomado nota del incidente y han asegurado que se dará seguimiento a la denuncia presentada.
Es importante mencionar que, en Paraguay, el maltrato animal está tipificado como un delito grave, el cual puede acarrear penas de hasta seis años de prisión. Este contexto legal brinda un marco prudente para que los dueños de mascotas y la comunidad en general tomen medidas enérgicas contra tales actos de crueldad. La historia de Martina Areco no solo resalta la vulnerabilidad de los animales en entornos urbanos, sino también la responsabilidad social que existe para protegerlos.
A medida que se avanza con la denuncia, los residentes del barrio General Genes están a la expectativa de que se esclarezca el suceso y se tomen las medidas adecuadas para evitar futuros incidentes. Esta situación pone de manifiesto no solo la importancia de la protección animal, sino también la interconexión entre la comunidad y la necesidad de un entorno seguro para convivir. La experiencia de Martina Areco podría servir como un llamado de atención para que más ciudadanos se involucren en la denuncia de cualquier acto sospechoso relacionado con maltrato animal y contribuyan a la creación de una sociedad más consciente y responsable.