Jijona: El legado del nougat español que conquista el paladar internacional
En el norte de Alicante, la comunidad de Jijona se erige como la cuna del famoso nougat español, un dulce que simboliza la tradición y el legado culinario de esta región. La familia Sirvent, con una herencia de 300 años en la producción de este manjar, destaca como uno de los principales exponentes de esta artesanía, celebrando este año su aniversario con un renovado compromiso hacia la calidad y la innovación.
La fábrica de nougat de la familia Sirvent es un lugar donde el tiempo parece detenerse. En el ambiente se siente un aroma denso y dulce, resultado de la mezcla de almendras y miel que se elabora con técnicas celosamente guardadas desde 1725. En palabras de Beatriz Sirvent, representante de la undécima generación de esta familia, el proceso de producción va más allá de pensar en las festividades de noviembre y diciembre; la mayor parte de su producción se lleva a cabo entre junio y octubre, justo antes de la temporada navideña. Este año, la fábrica está en camino de producir unas 2.500 toneladas de nougat, utilizando 900 toneladas de almendras de la variedad Marcona, famosa por su suavidad y sabor.
Este emblemático dulce cuenta con una Denominación de Origen Protegida, que garantiza que solo aquellos productos elaborados en Jijona bajo ciertas condiciones pueden llevar el nombre de nougat. Con alrededor de 25 productores en la región, la familia Sirvent no solo se diferencia por su antigüedad, sino también por la singularidad de sus procesos de fabricación, que se adaptan a las exigencias del mercado moderno sin sacrificar la tradición. "No hay recetas secretas", aclara Beatriz, añadiendo que la precisión y la atención a los detalles son esenciales para asegurar que cada tableta de nougat mantenga su calidad.
En un recorrido por Jijona, la historia de este dulce se remonta hasta el siglo XIV, lo que le confiere a este pueblo un entorno de rica cultura gastronómica. Los caminos empedrados están adornados con imágenes y grafitis que homenajean al nougat, y es común encontrarse con heladerías que ofrecen este sabor en forma de helado. Al mismo tiempo, la fábrica Sirvent y otras empresas locales, como 1880 y Antiu Xixona, contribuyen a mantener la reputación de Jijona como un destino culinario.
A pesar de su éxito, la familia Sirvent enfrenta desafíos constantes en un mercado cada vez más competitivo. Las empresas multinacionales que producen en alta escala requieren que la estrategia de marketing y el enfoque narrativo sean sólidos. "Vendemos no solo dulces, sino también historias", explica Beatriz, refiriéndose a las anécdotas de su abuelo y al legado que proporciona a cada producto. Esta conexión emocional con sus clientes es una parte fundamental del negocio y les permite destacarse en un mar de opciones.
Las innovaciones no se detienen en la producción clásica de nougat. Un equipo de investigación y desarrollo en la fábrica trabaja en nuevas fórmulas, como nougat sin azúcar y alternativas adaptadas a las necesidades de personas con alergias o intolerancias. La familia también se adentra en el mundo de productos alternativos, lanzando ediciones limitadas que sorprenden cada temporada, manteniendo viva la curiosidad en sus clientes.
El museo en la entrada de la fábrica sirve como un homenaje a la historia del nougat en España, exhibiendo anuncios de épocas pasadas y empaques icónicos que han marcado generaciones. Uno de los elementos más destacados es el famoso eslogan utilizado en la década de 1930, "El nougat más caro del mundo", que actualmente perdura como símbolo de calidad en el mercado. Este tipo de narrativa no solo apela a la nostalgia sino que también atrae a un público más joven que busca experimentar la autenticidad de los productos tradicionales.
Mientras Beatriz Sirvent observa el árbol genealógico que detalla su rica historia familiar, resalta la importancia de mantener la tradición viva en un contexto contemporáneo. Con una sonrisa, menciona cómo la familia también ha preservado su primer vehículo de distribución, un Rolls Royce, como testimonio tangible de sus humildes comienzos y su evolución a lo largo de estos años.
Finalmente, el éxito del nougat de Jijona puede atribuirse a su capacidad para evocar recuerdos. A medida que las festividades se acercan y las estanterías de los supermercados se llenan con los productos de nougat, quienes lo disfrutan encuentran consuelo en la tradición. En tiempos inciertos, el legado presente en cada tableta de nougat Sirvent recuerda a todos que aún persisten las historias y sabores auténticos que unen generaciones.