El obispo de la diócesis de Caacupé, monseñor Ricardo Valenzuela, presidió la misa en el santuario de la Virgen de los Milagros. En su homilía dijo que “muchos se sirven de Dios para proclamarse como los defensores de su ley”. Cuestionó la actitud de superioridad de las personas que desprecian a quienes están en una posición económica con desventaja. El novenario de la Virgen comenzará el 28 de noviembre y el día litúrgico será el 8 de diciembre.
“Esta actitud de vanidad solo les hace despreciar a todos aquellos que se encuentran en una posición económica de desventaja. Jesús denuncia la opresión instrumentalizada diciendo que Dios está del lado de los pobres”, dijo.
“Dar de tu corazón verdaderamente lo que tengas como lo hizo Jesús con nosotros. Él nos salvó gratuitamente. No nos hizo pagar para la redención. Cuando nos sentimos tentados por el deseo de aparentar y de contabilizar nuestros gestos de amabilidad, cuando estamos demasiado interesados en la mirada de los demás, eso es solo para figurar”, enfatizó monseñor.
Despojarse de lo superfluo
En otro momento de su alocución, monseñor Valenzuela hizo énfasis en que hay que despojarse de lo superfluo para ir hacia lo que realmente importa y permanecer siempre humildes.
Resaltó que “la generosidad es una cualidad, así como la honestidad que probablemente a todos nos gustaría tener. Ser generoso significa poner a los demás antes que a nosotros mismos. El mundo sería mejor si las personas fuesen más generosas con los demás”.
Una enseñanza
Explicó que la verdadera generosidad ocurre cuando “uno da de lo que tiene y de aquello que va a sentir. Eso es generosidad. Ante las necesidades del prójimo estamos llamados a curarnos un poco. Estamos llamados a dar el tiempo, a dar enseguida y sin reservas”.
La animación de canciones religiosas estuvo a cargo del coro Maranata de Encarnación.