Simón Cazal, vocero de la organización Somos Gay, habló de la preocupación que existe hoy en día en la comunidad LGBTIQ+ en el alineamiento del Estado Paraguayo con políticas y retóricas duras que atentan contra los derechos humanos, sobre todo contra la colectividad. Lamentó que referentes del Partido Colorado utilicen a la comunidad LGBTIQ+ en su retórica para el “pánico moral”.
“La postura oficial del gobierno paraguayo de no reconocer la igualdad de las personas de las personas LGBT, que debe afrontar la ley, se ha manifestado en los últimos años en forma de violencia directa en contra de las personas más vulnerables. Estamos muy preocupados en este momento por la postura que el gobierno sostiene con respecto a la juventud y la niñez LGBT, particularmente», aseveró.
Crecen marchas del orgullo LGBTIQ+
“Hay un avance social, pero eso no se refleja en las autoridades. Las autoridades nosotros vemos que van de contramano, que en realidad vemos más autoridades reaccionarias, vemos más discursos de odio de parte de las autoridades ahora que antes. O sea, anteriormente teníamos que la presencia del Estado estaba acompañada por la postura de la sociedad y ahora lo que vemos es que hay una disonancia. La sociedad está avanzando, pero el Estado se niega a avanzar con ella“, explicó.
“Si bien hay mecanismos para prevenir el bullying, para prevenir la violencia en las instituciones públicas, el gobierno ha dado órdenes directas de que no se registre esa violencia y como no se registra, no existe, y al no existir, no hay política pública que responda”, aseveró.

Pánico moral
Condenó el exacerbado énfasis del discurso oficial, particularmente del sector oficialista del Partido Colorado, que se monta en agitar lo que llaman “pánico moral”, que utiliza a la comunidad LGBT como excusa y lees deshumaniza como “ideología de género” o reduce a esa clase de cosas retóricas para validar la discriminación y la violencia que hay ahora mismo hacia las personas LGBT.
“La insistencia en negar la existencia, en reprimir la existencia, en castigar la existencia pública se hace más difícil. Ya por ver la cantidad de gente joven que hay, efectivamente está cambiando esa actitud social y eso permite que más gente sea libre y haya más gente LGBT de viva. Antes la gente moría en el closet y ahora gradualmente esto está cambiando”, concluyó.
