El movimiento Honor Colorado (HC), liderado por el “significativamente corrupto” Horacio Cartes según EE.UU, no duda en ofrecer blindaje judicial, dar impunidad y convertir en “intocables” a sus parlamentarios y sus aliados por más que estén procesados por supuestos hechos de corrupción, desvíos de fondos, planillerismo, falsificación y hasta presunto lavado de activos a nivel internacional. Así también, deja actuar a denunciados como invasores, violentos y misóginos que después se jactan de defender a “Dios, la Patria y la Familia”.
Todo vale para el cartismo con tal de asegurar votos de electores y maquinaria electoral, principalmente en el interior del país.
Personajes como Jatar “Oso” Fernández pueden invadir, destruir, agredir y hacer el ridículo porque el cartismo le encubre.
El presidente de la Cámara de Diputados, Raúl Latorre (ANR, HC), nunca será investigado por autorizar decenas de “nepobabies” de todas las bancadas mientras que el acusado senador Erico Galeano, procesado por presunto lavado, es otro de los protegidos cartistas.