En Argentina, al menos en publicaciones periodísticas, optaron por reflotar el tercer proyecto hidroeléctrico paraguayo/argentino sobre el río Paraná, pero sin definir la suerte del segundo, hoy semiparalizado debido a una grave falta de financiamiento.
La realidad que del actual Gobierno Paraguayo e inclusive la que soportó su predecesor, vocifera un no rotundo a estas preguntas.
El gobierno que lo sucedió, el de Santiago Peña, obligado por sus atendibles y entendibles urgencias presupuestarias, sigue haciendo lo mismo que su predecesor.
En la lista de prioridades de la margen paraguaya en Yacyretá, los hechos cotidianos así lo confirman, se suman otras urgencias, como la revisión del Anexo C del Tratado, una obligación que acumula ya 10 años de atraso, sin dudas muy “beneficioso” para nuestros socios.
En esa revisión, entre las urgencias del país, no figura Corpus, sino oras muy diferentes, como limpiar contaminada deuda imputada a la entidad binacional; así como de las perjudiciales secuelas de una de las Notas Reversales del 9 de enero de 1992, que había sido rechazada por el Parlamento paraguayo y, si algún saldo queda, distribuirlo tal como lo establece el numeral IX del Anexo C, en proporción a las potencias contratadas por las entidades de ambos países.