Claudia Sheinbaum Pardo asume la presidencia de México, convirtiéndose en la primera mujer en dos siglos en liderar el país. En su discurso tras asumir el cargo, se compromete a governar para todos y trabajar por un México próspero, libre, democrático y justo.
Sheinbaum incorpora símbolos feministas en su discurso y promete priorizar la justicia para las mujeres mexicanas. Los legisladores del bloque gubernamental estallan en gritos de “¡presidente, presidente!” al reconocerla como la primera presidenta de México.
La nueva presidenta sucede a Andrés Manuel López Obrador, quien deja el cargo con un alto índice de popularidad. López Obrador ha logrado importantes reformas durante su mandato, como la elección de jueces por voto popular y el control de la Guardia Nacional por el Ejército.
Sheinbaum inicia su discurso rindiendo homenaje a López Obrador, a quien califica como uno de los grandes líderes políticos y luchadores sociales de la historia moderna de México. Los legisladores y funcionarios presentes en la ceremonia le muestran su aprecio con gritos de admiración.
Durante su intervención, Sheinbaum se refiere a López Obrador como “presidente”, corrigiéndose luego al darse cuenta de que ella ya ostenta el cargo. Agradece al expresidente por su legado y su lucha constante por el pueblo mexicano, generando emotivas muestras de gratitud por parte de los presentes.
La nueva mandataria finaliza su discurso agradeciendo a López Obrador y declarando que siempre estará en el corazón del pueblo. Los legisladores expresan su cariño y admiración por el expresidente, reconociendo su labor y agradeciéndole por su servicio al país.
Claudia Sheinbaum inicia su mandato presidencial con un fuerte respaldo popular y la promesa de trabajar por un México más justo y próspero. Su elección como la primera mujer presidenta en dos siglos marca un hito histórico en la política mexicana.
Se espera que Sheinbaum continúe con la línea de trabajo de López Obrador y lidere el país hacia una nueva etapa de transformación y progreso. Con un discurso cargado de simbolismo y compromiso, la nueva presidenta se prepara para enfrentar los desafíos y oportunidades que le depara su mandato.