Líderes cristianos de Jerusalén denuncian el silencio internacional tras su visita a Gaza
Jerusalén. En medio de la creciente crisis humanitaria en Gaza, líderes cristianos de Jerusalén han alzado la voz para condenar el silencio de la comunidad internacional. El patriarca latino Piebattista Pizzaballa y el patriarca ortodoxo Theophilus III expresaron su profunda preocupación tras inspeccionar la devastación en la Franja.
Pizzaballa, tras su visita, subrayó que su llamada no está dirigida en contra del Estado de Israel ni de la comunidad judía, sino que denuncia lo que ocurre en Gaza como “moralmente inaceptable.” Ambos líderes religiosos hicieron hincapié en que la violencia no solo afecta a la comunidad cristiana, sino que “todo el pueblo palestino” está siendo golpeado inexorablemente por el conflicto.
Describiendo la difícil situación en Gaza, Pizzaballa y Theophilus III señalaron que el costo de los alimentos ha incrementado drásticamente, con precios exorbitantes como los $100 por un kilo de tomates en el mercado negro. Este aumento en los precios de productos básicos refleja la severa escasez de recursos y la angustiante situación cotidiana que enfrenta la población, que lucha por sobrevivir.
La delegación de líderes eclesiásticos renovó su llamado a la paz, demandando un cese inmediato de las hostilidades que han cobrado la vida de más de 59,000 personas en Gaza desde que comenzó el conflicto. Pizzaballa también se mostró crítico respecto a la falta de comunicación con el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, y sugirió que la administración del presidente estadounidense Donald Trump podría tener un papel más activo en la búsqueda de la paz.
A pesar de la presión militar de Israel, Pizzaballa y Theophilus III insistieron en que no abandonarán sus comunidades en Gaza. “Nuestra misión trasciende credos y religiones. Seguiremos asistiendo a todas las personas que buscan protección en nuestros hospitales y refugios”, afirmaron. Su trabajo incluye el apoyo a víctimas de la guerra, independientemente de su religión, y se enfocan en las necesidades de los más vulnerables, incluyendo niños y ancianos.
Los patriarcas no apuntaron directamente a las autoridades israelíes, aunque su mensaje fue claro sobre las condiciones que presenciaron. “Ver hombres esperando bajo el sol por horas, simplemente para recibir un plato de comida es una humillación inaguantable. Esto es moralmente inaceptable”, continuó Pizzaballa, pidiendo un mayor enfoque de todos los actores humanitarios para atender la crisis en Gaza.
El cardenal Pizzaballa también destacó la “dignidad del espíritu humano” que sigue presente entre los palestinos. A pesar de las miserias de la guerra, mencionó la inocencia de los niños que continúan jugando y manteniendo una semblanza de normalidad. Su visita a un hospital en Ciudad de Gaza, donde se encontraba una sala repleta de niños heridos, dejó una profunda impresión en su corazón.
“Entramos en un lugar devastado, pero la humanidad todavía brilla en medio de la destrucción. Caminamos entre las ruinas, esquivando escombros y tiendas que han quedado como refugios improvisados para desamparados. Este sufrimiento deben enterarse no solo las instituciones religiosas, sino también todas las instancias que defienden los derechos humanos”, enfatizó Pizzaballa.
Su mensaje resuena en momentos en que diversas organizaciones internacionales han expresado su preocupación por la situación en Gaza, sin embargo, el llamamiento de estos líderes cristianos pone un foco especial en la necesidad urgente de intervención y diálogo. La comunidad internacional debe actuar con rapidez y compasión para aliviar el sufrimiento de los ciudadanos de Gaza y poner fin a esta devastadora guerra.